Ribera Izquierda del Sena. Ile de la cité. Isla de San Luis.1

Mis queridos amigos y amigas comenzamos un nuevo paseo vicentino virtual. Lo escribo con alegría ya que la divulgación de conocimientos es una las actividades que más me apasionan. ¿Preparados? Salimos de 95 Rue de Sèvres en París. Simplemente cruzamos la calle y nos dirigimos a la estación de Metro Vaneau (línea 10) dirección a Gare d’Austerlitz. Bajamos en Maubert – Mutualité. Tomamos la salida 1: Rue Lagrange. Caminamos por Boulevard Saint-Germain 500 metros. Giramos a la izquierda con dirección a Rue du Cardinal Lemoine unos 72 metros. ¡Llegamos al Pont de la Tournelle!

LA CASA DE LOS GALEOTES.

Un poco de historia. Situación penal francesa en el siglo XVII. Un sector de los delincuentes era condenado al remo forzado. Remaban en un tipo de navío llamado Galeras. Los presos iban sólo en las galeras reales. Imaginemos que los delincuentes eran detenidos en París. Se los alojaba en un edificio, dónde dos veces al año, se los trasladaba al gran puerto de Marsella. El edificio estaba al lado del río Sena, ya que desde allí, encadenados, subían a la embarcación.  

Un primer local estaba próximo al Palacio Real. Fue ocupado de 1618 a 1632. Luego se lo trasladó a un lugar llamado La Tournelle, era una torre cuadrangular sobre la orilla izquierda del Sena. La torre estaba situada entre el puente de la Tournelle y el puente de Sully. Era un edificio bastante voluminoso. 

¿Qué ver? Desde la Revolución en adelante, nada subsiste de la vieja torre: fue derribada en los insurgentes. En las matanzas del año del terror, 1792, los revolucionarios masacraron a los galeotes aquí recluidos. ¿El motivo? Sospechaban que entre los presos habrían algunos religiosos disfrazados. 70 asesinatos se cometieron sólo… por las dudas.

 Mucho más tarde se levantó en ese lugar una gran estatua de santa Genoveva, cuya caridad salvó al pueblo de París del hambre. Dicha estatua sin ser una maravilla, es digna de ver. 

Lo Vicentino.

Vicente de Paúl fue nombrado Capellán General de las Galeras el 8 de febrero de 1619. Tarea que desempeñó de un modo excelente, con creatividad y valentía. En esta actividad conoció la degradante situación de los presos galeotes. Fue tarea primordial proveerles mejoras de todo tipo. Como el Sr. Vicente había aprendido que sólo se va más rápido pero juntos se va más lejos, progresivamente fue movilizando todas sus organizaciones para ayudar a los detenidos. Los primeros misioneros lazaristas atendieron a los galeotes a partir de 1625. En 1632 comenzaron a hacerlo las Damas de la Caridad de San Nicolás de Chardonnet (La Tournelle no estaba lejos de dicha  parroquia). Las Hijas de la Caridad comenzaron a colaborar en la obra de los presos en 1640. 

MUSEO DE LA ASISTENCIA PÚBLICA.  (47, quai de la Toumelle, París 5)

Del Pont de la Tournelle tomamos la quai de la Tournelle. Hacemos 230 m y llegamos. ¡Voila!

Lo Vicentino.

 Esta casa era propiedad de María Bonneau, señora de Miramion (1629-1696). Viuda a los 16 años, quien se dio a obras de caridad. Fundó una congregación: las Hijas de Santa Genoveva.  Vicente de Paúl contribuyó a redactar dicha regla. Para dicha tarea, varias veces visitó a la señora de Miramion y a las hermanas en una casa que estaba en la otra orilla del río. Éstas eran conocidas popularmente como las miramionas. Vivieron en esta casa desde 1691 hasta 1792. 

¿Qué ver? Con la Revolución Francesa el edificio pasó a ser la Farmacia de los hospitales de París. Hoy alberga el Museo de la Asistencia Pública, interesante por las muestras que atañen la medicina de la época, a los niños expósitos, a san Vicente y a sor Rosalía Rendu. Espero que tengan suerte, porque casi siempre lo encuentro cerrado. 

IGLESIA DE SAN JULIÁN EL POBRE (1, rue Saint Julien Le Pauvre, París 5).

Seguimos por la Quai de la Tournelle 140 metros. Se transforma en Quai de Montebello. Al cruzar la rue Lagrange, atravesamos en diagonal la Plaza René Viviani. De paso, observen la original Fuente Saint Julien Le Pauvre. Luego, a unos metros el árbol más antiguo de París: Con 15 metros de altura, fue plantado en 1602, tiene 420 años. Es una robinia o falsa acacia. Hacemos unos metros más y llegamos al pequeño templo.

¿Qué ver? La iglesia de San Julián El Pobre está entre las más antiguas de París: data más o menos de 1170. Desde 1889 es la parroquia de la Iglesia greco-melquita católica (aunque no lo crea). Está dedicada a san Julián, obispo de Le Mans, que fue conocido por su gran caridad. Podemos entrar en el templo, que aunque es cristiano católico tiene una disposición litúrgica diferente. 

Lo Vicentino.

La Iglesia fue confiada al Hospital de París (Hótel-Dieu) en 1655. Con cierta frecuencia oraban aquí Vicente de Paúl, Luisa de Marillac, las Damas de la Caridad y varias Hijas de la Caridad. Rezaban a Dios antes de ir a servir a los pobres en el hospital o en la prisión. A su vez, San Vicente pone a San Julián como ejemplo de perdón y generosidad. 

IGLESIA DE SAN SEVERINO. (2 Rue des Prêtres Saint-Séverin, 75005 Paris).

Vamos ahora por Rue Galande 50 metros. Giramos a la izquierda por la rue Saint-Jacques. Avanzamos unos metros. Entremos a la Iglesia por la puerta de atrás. No hagan mucho ruido.

LO VICENTINO.

Según la tradición Vicente de Paúl halló un niño abandonado en la calle Hachette, corazón del Barrio Latino. Lo llevó a bautizar a la Iglesia San Severino y confió luego su cuidado a las Hijas de la Caridad. Inaugurando lo que llamaríamos la noche de la caridad. Cada tanto él mismo rescataría niños abandonados durante el atardecer. También, San Vicente predicó en esta iglesia varias veces. En su tiempo tenía la parroquia una Cofradía de la Caridad. Asimismo, las Hijas de la Caridad trabajaron aquí. 

¿Qué ver? El templo gótico data de los siglos XIII-XIV. Conserva magníficas vidrieras y columnas. A mí me gustan las que tienen forma de palmeras. Una capilla lateral está dedicada al santo (dicho sea de paso, habría que refaccionar dicha capilla) ¡No se pierdan los ventanales! Hay varias escenas de la vida de san Vicente: En una está junto a las hermanas atendiendo a pobres de todas las edades. Otra vidriera lo muestra ayudando a bien morir al rey Luis XIII. En los otros dos ventanales lo vemos atendiendo niños abandonados y bautizando a uno de ellos. Saliendo del templo por la puerta principal tomamos a la derecha. En la esquina de las calles Parcheminerie y Bouterie, está la oficina de la Asistencia Pública. Esta organización se inspira en san Vicente y lo considera su fundador. Ornamenta el ángulo de la construcción, una estatua del santo con un niño abandonado en sus brazos. Fue levantada en 1861. Algunos dicen que la cara no le salió muy parecido. Hay cosas peores.  

EL PUENTE NUEVO

Sigamos caminando con el gozo desnudo y pobre de vivir. Vamos por la rue de la Parcheminerie, hacemos 100 metros. Giramos a la derecha, avanzamos por la rue de la Harpe. Ojo que se bifurca. Seguimos a la izquierda que es la misma calle. Nuevo giro a la izquierda. Vamos ahora por la rue de la Huchette. Llegamos al glamuroso Boulevard Saint-Michel. Giramos a la izquierda hacia quai des Grands Augustins. Hacemos 400 metros y llegamos al Pont Neuf.  

Un poco de historia. Donde comienza la Ile de la Cité, está el Puente Nuevo (Pont Neuf). Así se llama, aunque es el más antiguo de los que subsisten en París. Fue nuevo en su forma de construcción. Su edificación fue concluía en 1604, bajo Enrique IV. 

Recordemos que en la parte de abajo habían asesinado al valiente y leal templario Jacques De Molay. Más tarde, aquí se dio parte de las muertes de San Bartolomé. También, debajo del puente había una estatua de la Samaritana dando agua a Jesús. Es por eso que los grandes almacenes de la ribera derecha se llaman La Samaritaine. En el puente podemos contemplar una estatua ecuestre de Enrique IV, levantada luego de la Revolución.

Lo Vicentino.

Vicente de Paúl atravesó innumerables veces este puente. Asimismo los primeros misioneros y las hermanas. En su tiempo, el puente tenía mucha animación: mercados, diversiones, transportes; pero a diferencia de otros, éste no tenía casas a los costados. 

LA ISLA DE LA CIUDAD.

 Descendamos a nuestra derecha. Señores y señoras mías, aquí nació París. Que antiguamente se llamaba Lutecia. Es una isla, bien defendida contra atacantes y contra lobos. Lentamente la ciudad fue creciendo hacia la ribera derecha e izquierda. Primero fue una ciudad gala, luego romana. Con el tiempo cambió de nombre hacia “París” (lo más probable es que signifique “la ciudad de los parisi”, que fueron sus primeros habitantes).  

Crucemos ahora la elegante Plaza Dauphine, construida en 1607, en honor al futuro rey Luis XIII. A quien sería el próximo monarca se lo llamaba: el Delfín. 

LA CONCIERGERIE.  (2 Boulevard du Palais, París 1)

Seguimos en la Ile de la Cité. Vamos hacia rue de Harlay. Doblamos a la izquierda por la quai des Orfèvres. Volteamos a la derecha por el Boulevard du Palais.  Llegamos. 

La Conciergerie era una sección del antiguo Palacio real. A un costado, Luis IX hizo levantar la Santa Capilla, edificada en el siglo XIII para alojar una reliquia de la  Corona de Espinas. Más allá de la veracidad o no de esta reliquia (que es bastante dudosa), esta capilla es  admirable por su arquitectura. Sus vitrales son tantos que casi parece que no tuviera paredes. Vidrieras notablemente bellas, que se conservan originales. 

Con el paso del tiempo, durante la Revolución, aquí esperó su ejecución la reina María Antonieta. Por espacio de 16 meses (de 1793 a 1794), de este lugar salieron hacia la guillotina unas 2.600 personas. Un mar de sangre y crueldad. La mayoría no habían cometidos delitos que merecieran la pena capital. De nada sirvieron exposiciones, ni incluso llantos y gritos. Se había apoderado en un sector de la dirigencia el deseo de ver morir. Y una parte del pueblo bien que lo disfrutaba. 

En la actualidad, este edificio es Tribunales y también Museo. Aunque, el Palacio de Justicia se mudará a las afueras de París. El nuevo edificio está prácticamente terminado. Al trasladarse mejorará la movilidad de esa zona tan turística, que actualmente padece frecuentes cortes de calles y desvíos, de acuerdo a la gravedad de las personas que juzgan.

Lo Vicentino.

En época de san Vicente, parte de este edificio cobijó a los galeotes, a quienes visitaba a menudo. Las condiciones terribles en que vivían motivaron su traslado a La Tournelle, de la que ya hablamos. Adyacentes a la Conciergerie estaban los Tribunales, donde Vicente de Paúl pasó en sus recintos horas sin cuento, ya sea consultando con jueces, notarios y abogados, como presentándose ante problemas jurídicos como representante de tantas obras como llevaba. La Santa Capilla en su tiempo tenía funciones de culto. Así que, aquí dentro, varias veces, Vicente de Paúl entró a rezar. 

La Plaza. Caminamos 100 metros por la rue de Lutèce. De paso contemplamos el edificio de la Gendarmería a un lado y el Mercado de las Flores Reina Elizabeth II. Giramos a la derecha por la Rue de la Cité y llegamos a la bella Place Jean-Paul II. En dicha plaza está el punto 0. La tradición dice que el que lo pisa… regresa. Lo Vicentino. Entre 1636 y 1658, Vicente de Paúl visitó con frecuencia esta área. ¿A dónde iba? Al Hospital, la Catedral y el Palacio de Justicia.  

CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE PARÍS 

La Cathédrale Notre-Dame de París es el “corazón de la ciudad”. La fachada principal se terminó en 1250. Su construcción fue lenta y el pueblo se acostumbró a ver sus torres truncas. El templo gótico ha tenido numerosas reparaciones y modificaciones. Inmortalizada por la novela Nuestra Señora de París, del gran escritor cristiano católico Víctor Hugo. Publicada en 1831. Esta novela de amor se hizo hiper famosa. De modo que algunos creen que en esta Iglesia vivió Quasimodo, el jorobado. El 15 de abril de 2019 se prendió fuego esta catedral. Yo sospecho que fue un atentado del terrorismo islámico. Su reapertura al culto y a las visitas se calcula que será el 15 de abril de 2024. 

Lo Vicentino.

Vicente de Paúl venía con frecuencia a la Catedral, ya que en ella solían reunirse las Damas de la Caridad del Hótel-Dieu (El Hospital más céntrico de la ciudad). Esta agrupación caritativa de señoras difería de otras, por especializarse en una obra única: la atención de los enfermos que estaban en ese Hospital. Estas Damas eran en su mayoría de familia noble. Gradualmente el Sr. Vicente les convence de extender su ayuda a otras formas de pobreza merced a su riqueza e influjo. Por ejemplo, ayudas durante la casi guerra civil que significo La Fronda. Vicente de Paúl les daba charlas de formación, les guiaba en lo práctico del servicio y estaba presente en la elección de sus autoridades. Actuaba como animador de este útil grupo de  voluntarias. También, algunas veces, en esta catedral, les decía misa. También, san Vicente reunía aquí mensualmente a las Damas de la Caridad. Como al otro grupo, les formaba, orientaba y les decía misa. 

En julio de 1637, un miembro de la Compañía del Santísimo Sacramento, a la que pertenecía el Sr. Vicente, le comentaba sobre el gran número de sacerdotes que celebraban misa en la Catedral con ignorancia litúrgica o poca piedad. Vicente de Paúl aceptó que les enviaran a estos clérigos a San Lázaro. Buena parte de ellos eran errantes y mal formados. Permanecían por un año, durante el cual, la mayoría  mejoraba el ejercicio de su ministerio. 

Pasando los siglos, el entusiasta e inteligente Federico Ozanam y sus amigos, crean la “Conferencias de Notre Dame”. Una serie de disertaciones sobre la fe se dieron en la Catedral. El dominico Lacordaire, famoso predicador, dijo varias. Asimismo, en este templo fue beatificó a Federico Ozanam en 1997, por el papa Juan Pablo II.

¿Qué ver? Además de la Catedral en sí, hay una oscura capilla lateral dedicada a san Vicente: una estatua de mármol lo representa con un libro en una mano y una cruz en la otra. 

Al fondo de la parte posterior del altar mayor están los sepulcros de los Gondi. La familia amiga del Santo de los pobres, que dio cuatro arzobispos a París: 1. Pedro (1533-1616). 2. Enrique (1572-1622). 3. Juan Francisco (1584-1654). 4. Juan Francisco Pablo (1613-1679). Enrique (no Iglesias) y Juan Francisco Pablo fueron, además, cardenales, ambos de Retz, localidad en la Bretaña, que hacía de ellos, asimismo, duques. Me preguntan ¿Cuándo se reabra el templo, estarán estos elementos en el mismo lugar?… honestamente, no tengo idea.

HOSPITAL DEL HOTEL-DIEU. (1 place du Parvis de, 75004 Paris)

Salimos de la Catedral y miramos la fachada del Hospital (o entramos). Visitando esta zona, entré varias veces. Pero luego del COVID es más complicado. El nombre Hôtel-Dieu significa Casa de Dios y se emplea en Francia para designar al hospital principal de una ciudad. 

Un poco de historia. Es el hospital más antiguo de la ciudad de París. Fue fundado en el año 651 por el obispo Landerico. Ubicado hasta 1878 al otro costado de la Catedral. Es decir, daba sobre el río Sena. Permitía un mejor traslado de los enfermos. Así como el lavado de las ropas. Ese edificio fue el que conoció san Vicente. En su lugar, encontramos actualmente una estatua de Carlomagno a caballo junto a algunos fieles seguidores. Algunos dicen que su cara se parece a Astérix. El hospital actual, está a unos 100 metros de distancia del lugar original. Se encuentra asociado con la Facultad de Medicina París-Descartes

Lo Vicentino.

Aquí desplegaron su caritativa acción las Damas de la Caridad del Hótel-Dieu a partir de 1634. Desde 1635 también comenzaron a actuar las Hijas de la Caridad. Ellas estuvieron trabajando aquí por muchos años. En estas mujeres se veía un gran amor al enfermo y su deseo sincero de ayudarlos. 

LA CASA CUNA. 

Andamos por la rue d’Arcole hasta llegar al Puente de Areola. En la esquina que hace con la quai de la Corsé estaba uno de los edificios que recogía niños abandonados en el siglo XVII. Pero el personal era terrible. A algunos niños se los vendía, se los mutilaba para que den lástima y pidan, otros recibían malos tratos. Varias mujeres que trabajaban allí eran más malas que Mesalina (si no saben quién fue busquen en Google). 

Lo Vicentino. Con ayuda de las Damas de la Caridad, Vicente de Paúl y Luisa de Marillac pusieron remedio a este aberrante mal que la sociedad veía con indiferencia. Y buscaron un nuevo edificio: Maison de la Couche o La Casa del Pañal. Fue el primero de varios edificios que fundaron. 

LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN LUIS EN L’ILE (19 Rue Saint-Louis en l’Île).

Caminamos por la quai aux fleurs hasta llegar al puente Saint Louis. Lo cruzamos. Llegamos así a una segunda isla, más pequeña, llamada Isla de San Luis. El lugar es muy grato. Recuerdo que con un grupo que estaban cansados paramos aquí para tomar algo. Pedí un café sin azúcar. El mozo que me atendió era tan corto de vista que no era capaz de verle las rayas a una cebra. Bien, ya repuestos, seguimos camino. Vamos por la rue Saint-Louis en l’Île todo derecho, hacemos tres cuadras. ¡Nos detenemos! 

Lo Vicentino.

Aquí, existió un templo anterior. El actual comenzó a construirse en 1664. En el templo antiguo, predicó san Francisco de Sales. También, presidió Vicente de Paúl reuniones que llevarían a fundar una escuela atendida por las hermanas. En este lugar les explicó a las Hijas de la Caridad que no tendrán “más capilla que la iglesia parroquial, ni más claustro que las calles de la ciudad”.  Hermoso proyecto de vida que no debemos olvidar.

¿Qué ver? Una capilla lateral dedicada a san Vicente, bastante oscura, contiene tres pinturas del siglo XIX. ¿Qué representan?: 1. San Vicente formando a las Hijas de la Caridad. 2. Vicente de Paúl instruyendo a los  sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión. 3. La subida al cielo del Padre de los Pobres. Abajo hay varias personas entre ellos, Lazaristas así como Hijas de la Caridad. También hay una capilla lateral dedicada a san Francisco de Sales. Allí podemos contemplar también tres cuadros: 1. San Francisco de Sales misionando en el campo. 2. Misionando en la ciudad. 3. Fundando a las Hermanas de la Visitación. 

CASA DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD (5 bis y 7, calle Poulletier). 

Seguimos  por la rue Saint-Louis en l’Île. En la primera calle, giramos a la izquierda, ya estamos en la rue Poulletier. Todo muy cerca.

Lo Vicentino.

Subsiste una casa en la cual Vicente de Paúl instaló a las Hijas de la Caridad el 17 de octubre de 1652. Dicha casa  fue escuela por mucho tiempo. Durante la temida Revolución, sin embargo, los comités de vecinos las dejaron tranquilas, ya que educaban muy bien. La condición que le pusieron es que no llevasen hábito. Más adelante, en 1853 comenzaba en esta casa la primera asociación parisina de las Hijas de María (hoy Juventudes Marianas Vicentinas). 

¿Qué ver? Una placa en el exterior recuerda la presencia de las hermanas.

Para regresar a la Casa Madre Lazarista. Vamos por la rue Saint-Louis en l’Île. Giramos a la izquierda hacia rue des Deux Ponts. Cruzamos el  Pont de la Tournelle, de paso miramos el río Sena. Seguimos derechito por la rue du Cardinal Lemoine. Llegamos al Metro Cardinal Lemoine de la  Línea 10. 

Preguntas. Les dejo algunas cuestiones para que el paseo nos haga más buenos. 1. ¿Alguna vez realicé acciones para ayudar a los presos? 2. ¿Suelo rezar antes de ir a evangelizar? 3. ¿Cómo trato a los enfermos? 4. ¿Colaboro de alguna manera con obras de ayuda a la infancia? 4. ¿Vivo mi fe evangelizando en la calle o me cuesta salir? Como siempre… de todo corazón, los espero en un próximo paseo.

[1] Cf. SAN VICENTE DE PAUL. Obras Completas. XII Tomos. Salamanca. Sígueme. 1972-1982; ROMÁN, José María. San Vicente de Paúl. Tomo I. Biografía. Madrid. BAC. 1981; RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004.

[2] ES IX 1178.