Toulouse

Mis amigos y amigas les invito a otro paseo virtual vicentino. 


La bella ciudad seleccionada es Toulouse. ¿Por qué la elegimos? Porque en ella san Vicente curso su carrera de Teología. Recuerdo que la noche anterior al paseo, dormí para el traste, como me suele pasar la noche anterior a cada viaje. Sea como sea, vamos allá. 

Historia


Su antigüedad supera los 2.000 años. Es de fundación celta. Los romanos la ocupaban el 118 d C. La fe cristiana llegó pronto. Su primer obispo, Saturnino moría hacia el 250 en la cruel persecución romana de Decio. Pasado el tiempo, Carlomagno hizo de Toulouse un gran ducado. El ducado de Toulouse se incorporó a Francia por alianzas matrimoniales. En la época de San Vicente, parte del gobierno de Toulouse era ejercido por un grupo de capitulares, concretamente eran 9 personas. Era un cuerpo colegiado.

Destaquemos que Toulouse fue foco de varias revueltas religiosas. Comenzando por el movimiento Albigense y luego el Cátaro. Aquí también fue intensa la guerra de religión, entre cristianos católicos y calvinistas (hugonotes). En ese contexto, en 1562, los protestantes se apoderaron del Capitolio y de varios puntos estratégicos de la ciudad, desencadenando una semana de combates. En 1580 Toulouse era el bastión del protestantismo francés. Poco a poco lo fue perdiendo, ya que la ciudad luchó con firmeza para mantener sus convicciones cristianas católicas.

Permítanme que ahora les escriba sobre su universidad. Surgió en 1229 por una bula papal. Es, por tanto, una de las primeras universidades europeas. Desde lo francés, la formación de la Universidad de Toulouse la organizó al Conde Raymond VII como parte del Tratado de París en 1229 que puso fin a la cruzada contra los albigenses. No olvidemos a otro de los fundadores de la Universidad, el obispo Foulques de Toulouse. La fundación de la Universidad tenía este nombre “Comunidad de profesores y alumnos de Toulouse”. En ese momento, el rey de Francia era Luis IX. Sus primeras facultades fueron: Teología, Derecho canónico, Filosofía y Gramática. En 1368, el Papa Urbano V autorizó a los dominicos a trasladar a Toulouse el cuerpo de Tomás de Aquino, unos de los filósofos y teólogos más importantes de la Edad Media. Cuando visitamos Toulouse, incluimos la visitamos a dicha tumba. Asimismo, en dicha universidad el reconocido filósofo Michel de Montaigne estudió Derecho.

La estructura de la universidad, compuesta por cuatro facultades, permaneció inalterable durante largos siglos. En 1751, se fusionó con la Universidad de Cahors. La Revolución Francesa en 1793 cerró la universidad. Reabierta, la universidad ya no existe como una sola institución. Sin embargo, a estos diferentes centros de altos estudios se les suele unificar, llamándolos universidad de Toulouse. Y no está mal. Hoy la universidad de Toulouse se distingue por las carrereas de medicina, farmacia, biología, ciencias políticas, filosofía y letras.

La ciudad en la actualidad

La pueblan unas 495.000 personas. Es decir, es la 4 ciudad más habitada de Francia. Sigue siendo una bella Ciudad universitaria. Por el color rojizo de sus ladrillos, se la llama la “ciudad rosa”. Está atravesada por el río Garona. Toulouse es apodada la «ciudad rosa» por el color de sus ladrillos.
El desarrollo del cultivo de la violeta en Toulouse en el siglo XIX la convirtió en un emblema de la ciudad y le valió el sobrenombre de “ciudad de las violetas”. También tiene para los “amigos de empinar el codo” sepan que tiene buen vino. El deporte emblemático es el rugby, deporte que jugué por varios años y de los que conservo dos lindas fracturas. La ciudad es frecuentada por muchos turistas.

Lo Vicentino

Carrera de Teología de Vicente de Paúl. En su época, los aspirantes a sacerdotes hacían a menudo sus estudios en privado. Vicente de Paúl tuvo la dicha de estudiar teología en la universidad de Toulouse: de 1599 a 1605. Lo más probable es que haya comenzado a estudiar en la universidad de Zaragoza que tenía una buena oferta educativa. Posiblemente estudiara allí en 1598, pero por la muerte de su padre, regresó a su tierra natal. En el testamento que el progenitor escribe, consta el ruego de que toda la familia contribuya a los estudios eclesiásticos de Vicente. La verdad es que la familia mucho no podía hacer. Para colmo, Vicente no había sido favorecido con una beca. En esta situación, buscó una universidad más accesible, la de Toulouse. Aún así, hay que pensar en Vicente como en uno de esos estudiantes que están siempre con el dinero justo.
Pierre Coste hace referencia a disturbios universitarios en Toulouse en el tiempo de Vicente. Notemos que eran miles los estudiantes de diversos países y regiones que asistían a clase. Por tanto, no eran raras las contiendas por motivos ideológicos o nacionales.

Las universidades suelen tener alguna carrera más reconocida que otras. En época del Sr. Vicente, la más distinguida era la facultad de Derecho. Un proverbio del siglo XVI decía: “París para ver, Lyon para tener, Burdeos para gastar y Toulouse para estudiar”. Pasando los años, Vicente de Paúl se ordenó sacerdote en 1600, con la esperanza de ser pronto párroco y poder pagar de un modo más regular su carrera. 1600 fue Año Santo y Vicente peregrinó a Roma, tal vez en el intento de asegurarse la parroquia de Tilh, cosa que no consiguió ya que otro le ganó de mano. También, para pedir perdón por haberse ordenado antes de tiempo. En esta visita vio al papa Clemente VIII. Dirá a las Hijas de la Caridad: “Yo he visto a un santo papa, que era Clemente VIII, un hombre muy santo, tan santo que los mismos herejes decían: El papa Clemente es un santo.

Se sentía tan tocado de Dios y tenía el don de lágrimas en tal abundancia que, cuando subía por unas escaleras que se llaman la Escala Santa, se llenaba de lágrimas”.

Finalmente, con siete años de estudios filosóficos y teológicos, a Vicente de Paúl se le otorgó el grado de bachiller en teología. Tenía licencia para enseñar y es posible que enseñara en Toulouse, recibiendo el tratamiento de maestro. Así comenzaba su joven vida clerical. En dicha facultad, el Padre de los Pobres aprendió la teología clásica, tomista y agustina. Hasta el día de hoy, la Universidad de Toulouse reconoce entre las grandes personalidades que estudiaron allí, a Vicente de Paúl (1581-1660).

La Congregación de la Misión dio misiones en la diócesis de Toulouse desde 1632. Vicente quiso fundar una casa en dicha ciudad. Pero se abriría bastante más tarde. En 1707 tuvo la ciudad una Casa Misión Lazarista. El seminario diocesano se encomendó a la dirección vicenciana en 1752. Duró hasta la cruenta Revolución Francesa. Se cerró en 1792. Hacia finales de enero de 1816 se hospedaban en el seminario los primeros sacerdotes de la Misión destinados a misionar en Norteamérica. De allí pasaban a Burdeos, donde se embarcaron para Estados Unidos. Este seminario es actualmente una de las bibliotecas de la Universidad (rue de Taur).

Por mucho tiempo estuvo aquí la casa Provincial de la Provincia lazarista de Toulouse. Hasta que en el año 2015 se unieron las dos provincias lazaristas que quedaban: París y Toulouse. Formaron la actual provincia de Francia. La nueva casa provincial está en París en un sector de la Casa Madre. En Toulouse continua una comunidad lazarista.

Las Hijas de la Caridad llegaron a Toulouse en 1689 para servir en el Hospital, Saint Jacques. Durante el nefasto año del Terror de 1792, la superiora pasó diez meses en la cárcel y otras 30 estuvieron encerradas. En 1800, las hermanas volvieron a este espléndido complejo, que todavía sigue en pie, contiguo al Puente Nuevo. En dicha ciudad hay varias conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paúl.

¿Qué ver?

Con una actitud de memoria agradecida, comenzamos visitando la elegante plaza del Capitolio de Toulouse, es en el corazón histórico de la ciudad. Se puede observar el Capitolio (órgano de gobierno) y el teatro de la ópera (Théâtre du Capitole). Por esta plaza pasó numerosas veces el joven Vicente. Recuerdo que, en esta plaza, se nos perdió uno de los participantes del Centro Internacional de Estudios (CIF). Después de buscar desesperadamente a mi asiático amigo por hora y media, lo encontré comiendo tranquilamente una hamburguesa en McDonald’s.
Vamos ahora al antiguo Colegio de Foix. (2 rue Antoine Deville). Para llegar es simple. Tomamos la rue de Mirepoix. Luego giramos a la izquierda por la rue Jean-Antoine Romiguières. Giramos levemente a la derecha con dirección a Rue Antoine Deville. ¡Llegamos! Este lugar es importante, ya que casi todo el tiempo que Vicente de Paúl estudió Teología, residió en el Colegio de Foix. Toma su nombre del cardenal Pedro de Foix, quien lo terminó de edificar en 1457. Ha subsistido, y por fortuna, apenas ha cambiado su aspecto desde el tiempo de Vicente. Lo forma un patio central, al que rodea el claustro. Arriba había cuartos para los estudiantes. En ese piso vivía Vicente de Paúl. Se conserva, asimismo, la cuadrangular torre. Para verla mejor demos la vuelta por la rue del Colegio de Foix. En la actualidad, una parte del edificio es la Casa-Madre de las Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión, que fundó Maurice Garrigou (1766-1852). Este sacerdote es conocido como el “Vicente de Paúl de Toulouse” por su ayuda a los pobres. La Résidence Collège de Foix continúa acogiendo a estudiantes de todo el mundo, permitiendo intercambios entre culturas muy diferentes, manteniendo la tradición de fraternidad estudiantil promovidas por las universidades de la Edad Media.

El motivo por el cual Vicente residía allí era que estaba muy cerca de la facultad de Teología. La antigua facultad de Teología queda enfrente del colegio Fox, en l70 Rue Pargaminières. Actualmente no es más Facultad de Teología Cristiana Católica. Sino un templo protestante. Como los luteranos y las calvinistas han descendido mucho su número en Francia, decidieron unirse. Así que este templo es de la Iglesia Reformada unificada. Aquí entre varias veces y hablé con algunos de sus pastores sobre la antigua facultad.

Vamos ahora a la Basílica de San Saturnino (Place Saint-Sernin). Caminamos por la rue Pargaminières. Empalmamos con la rue Pl. du Capitole. Giramos a la izquierda con dirección a Rue du Taur por 350 metros y oh là là, llegamos a la bella Basílica.

Consagrada por el papa Urbano II en 1096. El templo es románico. Sorprende por la amplitud y la belleza de su nave. Está edificado para gloria de Dios y para venerar a san Saturnino, que dijimos fue el primer obispo de Toulouse. Uno puede admirar los ladrillos del siglo XI los capiteles, así como admirar la fechada de la Iglesia. Acceda a la cripta y a la torre de los cuerpos de los santos y tesoro de reliquias. Es una parada importante dentro del Camino de Santiago de Compostela. Está inscrita como patrimonio mundial por la UNESCO.
Vicente de Paúl la frecuentó, oró y dijo varias veces misa en ella, durante los cuatro años que pasó en esta ciudad ya ordenado sacerdote. En la Iglesia hay un busto de san Vicente.

Colegio-Liceo Pierre Fermât. (Parvis des Jacobins, 31068 Toulouse). Desde la rue Pl. Saint-Sernin giramos a la derecha a la rue du Taur. Giramos a la derecha con dirección a rue Pl. du Capitole. Continuamos por rue Jean-Antoine Romiguières, luego por rue Pargaminières. Gira a la izquierda por la rue Joseph Lakanal. Giramos a la derecha por el pasaje Maurice Prin. ¡Llegamos! Recuerdo una visita que realizamos aquí en pleno otoño, donde las tardes se acortaban a golpe de decreto. Caminando por las calles veíamos asomar el ocaso, con su bello dorado crepuscular, mientras las hojas muertas revoloteaban por las veredas.

En este lugar estuvo el célebre seminario diocesano que se encomendó a los jesuitas. Mientras el Sr. Vicente estudiaba, ya estaban los jesuitas aquí. En 1605, los capitolinos hicieron construir el gran portal del colegio, decorado con sus escudos de armas, el escudo de armas real y el monograma de Jesús. Duró hasta la Revolución, ya que se cerró en 1792. A partir de 1806 se convierte en centro docente. Tuvo varios nombres, pero hoy es el Liceo P. Fermat, frente a la Iglesia de los Jacobinos.

Convento de los Jacobinos (Dominicos).

(Place des Jacobins, 31000 Toulouse).

Retomamos el pasaje Maurice Prin. A la izquierda tenemos la entrada al convento de los Jacobinos. Recordemos que los dominicos levantan un convento y una monumental iglesia. El convento fue edificado en 1229. El templo es un bello ejemplo de gótico meridional. La bóveda tiene 22 metros de altura, sostenida por varias columnas estrelladas de once brazos. Estas columnas en forma de palmera son dignas de verse. El papa Urbano V en 1369 envía el cuerpo de Tomás de Aquino (1225-1274) a dicho convento. Aunque él nunca enseñó en Toulouse, el enviar el cuerpo allí fue un modo de premiar la labor docente de los dominicos en Toulouse. En nuestra visita pasamos por esta Iglesia y visitamos la tumba de santo Tomás de Aquino. En revestimiento exterior en ladrillo del templo es una reforma muy tardía. También se puede visitar el convento. Recorremos el gran claustro, la sala capitular, la sacristía, la capilla de San Antonín y el gran comedor. Notemos que, durante la Revolución Francesa, el convento fue convertido en la sede de la Sociedad por los Derechos del hombre y el Ciudadano. Bajo el gobierno de Napoleón, paso a estar en manos de los militares, quienes la emplearon como cuartel de caballería. En 1865, la alcaldía de Toulouse la recuperó como un ámbito cultural. En dicho exconvento se realiza, por ejemplo, anualmente el festival de piano solista de Francia. Como señalamos, aunque ya no es convento, posee varias áreas bien conservadas.
Como se han portado muy bien, en este paseo virtual les ofrezco un pequeño “bonus track”

BUZET

El pequeño y simpático pueblo de Buzet tendrá hoy unos 500 habitantes. Está a la orilla izquierda del río Tarn y a unos 40 kilómetros al norte de Toulouse. Formaba parte de una cadena de fortines que Francia construyó por el sur en el siglo XIII. Fortalezas bastante parecidas unas de otras. Aquí había también un bello e histórico puente. Pero la inundación devastadora de 1930 lo rompió.

Lo Vicentino

Vicente iniciará en Buzet una preceptoría con algunos alumnos. Estableció aquí un pensionado para muchachos de las cercanías. El joven clérigo Vicente ya tenía algunas conexiones, con las cuales podía conseguir alumnos. Entre este lugar y Toulouse no había un transporte veloz. Vicente iría a caballo. Lo atendería durante los meses veraniegos. Y quizás en otra época de vacaciones menores. Se cree que Vicente acometió esta empresa para pagar algo de sus estudios. Además, demostró ser un brillante docente. Estos viajes a caballo de Toulouse a Buzet, más la tarea docente, mostraban la fortaleza san Vicente. Más de una vez llegaría cansado y con la voz extenuada, pero épicamente estaba empeñado en ofrecer sus clases a un público adolescente interesado en aprender.
Luego de 2 o 3 años de enseñar en este poblado, teniendo ya buena fama como docente, posiblemente trasladó el pensionado a Toulouse. Evitando estos agotadores viajes. Según informa Abelly, Vicente mientras estudiaba en Toulouse, prestaba simultáneamente servicios educativos los hijos de las personalidades de la comarca.

¿Qué ver?

La iglesia parroquial San Pedro En este templo oró y dijo misa Vicente de Paúl. En su actual estado, data del siglo XV. Fue muy restaurada en el siglo XIX. La torre octogonal, con una altura de 33 metros, es visible a la distancia. En las capillas laterales hay pinturas: 1. San Vicente junto al lecho de muerte de Luis XIII. 2. El Sr. Vicente enseñando en el pensionado de Buzet (se dibuja a los alumnos vistiendo con elegancia). Algunos estudiantes eran de condición noble o desahogada económicamente. 3. Vicente de Paúl con niños, mientras los ángeles despliegan una cinta, sobre la que se leen las virtudes características de las Hijas de la Caridad: caridad, humildad, sencillez.

Las Vidrieras policromadas recuerdan de nuevo su acción en Buzet.
El Pensionado. No se tiene certeza de la casa en donde vivió Vicente. Su ubicación se basa en una tradición local. De la Gran Calle de las Flores nace un callejón sin salida que se llama San Vicente de Paúl. La pensión posiblemente haya estado entre los números 82 y 96. Una placa en una casa dice: “En esta casa impartió enseñanza, desde 1596 hasta 1597, san Vicente de Paúl”. La fecha es muy temprana. Lo más probable es que enseñó aquí entre 1601 y 1603. La casa tenía dos grandes estancias y una funcionó como escuela. Su estado actual no es bueno.

Espero que este viaje virtual nos haya servido para entender un poco más esta extraña época que fue el siglo XVII, así como la vida de Vicente de Paúl.

Les dejó algunas preguntas para hacer del paseo una vital meditación: 

  • 1. ¿Qué importancia tiene el estudio en mi vida?
  • 2. ¿En qué medida mis estudios ayudan a revertir la pobreza del pueblo?
  • 3. ¿He tenido momentos de escasez económica? ¿Los pude resolver?
  • 4. ¿Tengo capacidad y paciencia para enseñar? ¿Cómo trasmito la fe?