En torno al Louvre

Mis amigos y amigas les invito a otra paseo vicentino por París. Esta vez deambularemos por lugares donde convive el lujo y la vanidad, junto a la historia, el pensamiento y la espiritualidad. Salimos desde la Casa Madre Lazarista hacia nuestro primer destino.

PLAZA DE LA CONCORDIA (Place de la Concorde, 75008 Paris).

Para llegar. Tomamos la Estación de Metro Sèvres – Babylone de la línea 12 a Front Populaire. Son 4 paradas. Bajamos en Concorde. Salida por place Concorde.

Llegamos a esta bendita plaza, cuyos bordes nos reciben con su característico olor a orina. La plaza se construyó entre 1757 y 1779. Se la llamó Plaza de Luis XV, ya que fue éste el que cedió los terrenos para su construcción. En el centro había una estatua ecuestre del monarca. Pero duró poco. En 1792, la Revolución francesa “voló” la estatua del rey y la reemplazó por la estatua de la libertad. Lo más impactante fue que durante la revolución, al lado de la estatua de la libertad se instaló la guillotina, la cual trabajaba horas extras. Más de 2.100 personas fueron aquí ejecutadas durante la Revolución. Una verdadera masacre. Entre los guillotinados en esta plaza estaban Luis XVI, María Antonieta y mucho clero cristiano católico. Andando el tiempo, aquí mismo serían guillotinados eminentes figuras revolucionarias: Danton, Hébert y Robespierre. Quizás para borrar tanto crimen en 1795, la plaza tomó su nombre actual: Plaza de la Concordia. Lo cual significa “unidos por el corazón”. 

A partir de 1830 la plaza toma su aspecto actual.  Diseñada por Hittorff.  En 1831 colocan el obelisco de Luxor. Está hecho de granito rosa y decoraba la entrada del templo de Luxor en Tebas. En sus cuatro caras los jeroglíficos narran las victorias militares de Ramsés II. A los lados del obelisco, hay dos fuentes, a imitación de las de San Pedro de Roma, que representan la navegación fluvial y la marítima. Están decoradas con figuras humanas y de animales acuáticos. Incluso, muchas de sus farolas tienen forma de barco. Además, enfrente de la plaza está el Palacio de la Marina. Alrededor de la explanada están las estatuas que representan ocho ciudades francesas: Brest, Ruán, Lyon, Marsella, Burdeos, Nantes, Lille y Strasburgo. Es decir, Francia representada de norte a sur y de este a oeste (creo que una limpieza a dichos monumentos no les vendría nada mal). 

LA IGLESIA DE LA MAGDALENA.2 (La Madeleine)

Ahora vamos derecho por la rue Royale y llegamos a la iglesia que está en Pl. de la Madeleine, 75008 Paris

Se trata de un gran edificio neoclásico. Cuya historia fue bastante accidentada. La construcción de la Madeleine empezó en 1764 durante el reinado de Luis XV. Pero luego esta construcción quedó modificada y finalmente paralizada. Hasta que entre 1790 y 1806, Napoleón encomendó la tarea de erigir un gran Templo de Gloria de su Gran ejército. Napoleón no lo pude ver terminado. Y una vez levantado el Arco del Triunfo no se sabía qué hacer cuando este edificio se terminara. Así que se decidió volver a la idea original y el templo fue cedido para el culto cristiano católico. Fue consagrado en 1845 y puesta bajo el patronazgo de santa María Magdalena. A la cual Francia le tiene particular devoción, ya que leyenda decía que ella había pasado la parte final de su vida en una gruta del sur de este país (cerca de Marsella). El rey Luis Felipe de Orleans puso gran cuidado en la decoración de esta iglesia, que debía ser “El Templo de la Reconciliación Nacional”, tras las convulsiones de la Revolución Francesa y del Imperio.

El exterior tiene una apariencia de templo griego. La iglesia está rodeada por 52 columnas corintias, cada una de 20 metros de altura. Su frontón muestra escenas del Juicio Final. Si miran bien, aparece María Magdalena arrodillada ante Jesucristo, como una alegoría de la Francia arrepentida, que suplica perdón por la ejecución de tantas personas guillotinados en la Revolución (más todos los que mató Napoleón). Las puertas de entrada al templo son grandiosas. De puro bronce y representan “Los diez mandamientos”. Los dos primeros se encuentran en la parte superior y los otros 8 en las hojas de las puertas. Desde la parte superior de la escalinata se contempla, enfrente, la rue Royale, con la Place de la Concorde y la Asamblea Nacional (a la cual le agregaron 12 columnas dándole una enorme similitud con la Iglesia parroquial). 

El interior del templo es predominantemente de estilo barroco. El escultor italiano Marochetti, talla la gran estatua de María Magdalena para el altar. Detrás, veremos un enorme friso de la ascensión de María Magdalena. La escena central representa a Cristo, que recibe a María Magdalena (alegoría de Francia arrepentida). Una banda a los pies de la santa señala “amó mucho”. Lo curioso es que en el fresco aparece también la figura de Napoleón Bonaparte, que en ese momento acababa de fallecer y era extraordinariamente popular en Francia. Aparece en el cielo dialogando con diversas autoridades eclesiásticas acerca del concordato de 1801.

La iluminación de la iglesia es tenue y le da un aire intimista. Algunos lamentan que sea un poco oscura. La cúpula de la única nave están decoradas por frescos de Ziegler y representan la historia del cristianismo. Las capillas laterales están adornadas por estatuas neoclásicas de distintos santos  así como esculturas de Jesús. El maravilloso órgano es de Cavaillé-Coll. A lo largo del año, la iglesia programa conciertos de música clásica. En algunas visitas guidas, hemos tenido la suerte de escuchar algunos de ellos. En esta iglesia se celebraron los funerales de personas vinculadas a la música como Fréderic Chopin, Dalila y Jonny Hallyday. Ya vendrán otros. 

LO VICENTINO.

La Madeleine tiene una capilla dedicada a san Vicente. Es una escultura de grandes dimensiones que representa a san Vicente con dos niños pobres. Es obra de Nicolo Raggi. Actualmente hay en la parroquia una Conferencia Vicentina. 

CONVENTO DE LAS CAPUCHINAS.

Ahora giramos a la derecha hacia Rue Duphot, hacemos 210 m. Giramos a la izquierda hacia rue St Honoré. Hacemos 180 m. Alto! Les comento que la primera vez que realicé este paseo (que hice solo), me perdí y sentí una gran incomodidad, como cuando comiendo una pizza en el barrio San Cristóbal de Buenos Aires, encontré una cucaracha pegada a la muzzarella. Pero bueno, volvamos al lugar. Estamos en 360-364 rue St Honoré, 75001 Paris.

Hoy es una lujosa galería (Le Cour Vendôme). Miren hacia arriba y verán simbolizados los cuatro elementos (fuego, agua y aire en un lado y enfrente la tierra). Pero ahora “viajemos en el tiempo”, hasta el año 1608. La apertura de este convento, fue famosa. A la ceremonia asistió Miguel de Marillac, tío de santa Luisa. Enrique IV, junto a varias nobles, sostenían aquel establecimiento de las Hijas de la Pasión, como se  llamaba entonces a las capuchinas. El convento duró sólo hasta 1685, cuando Luis XIV requirió ese predio. El rey ubicó a las monjas en otro lugar muy cercano: la hoy magnífica Plaza Vendôme(3). Dicha plaza ss de planta cuadrada, con las esquinas despuntadas, es cerrada y solamente atravesada por una calle, de norte a sur. En su centro se encuentra la columna Vendôme, levantada por Napoleón en 1810. En la actualidad la Plaza Vendome acoge  joyerías y tiendas de moda prestigiosas de París (Dior, Chanel, Cartier), además de los lujosos hoteles como Ritz y Vendom. El Hotel Ritz aparece en innumerables películas norteamericanas que se refieren a París. Nada queda  de las edificaciones del convento. Aunque las calles cercanas de las Capuchinas y el bulevar de las Capuchinas recuerdan su presencia.

LO VICENTINO.

Atraída por la vida sobria de las monjas, la adolescente Luisa de Marillac solía acompañarlas en el jardín, en el refectorio, en la capilla. Su director espiritual era por entonces el provincial de los capuchinos. Aunque la apreciaba, le denegó una solicitud suya para ingresar en el convento al ver su poca salud. 

En la antigua capilla del convento fue enterrada la hermana de Pedro de Gondi, Margarita de Gondi (no confundir con su esposa que se llamaba Margarita de Silly de Gondi, ¡Por favor!). 

IGLESIA DE SAN ROQUE.

Hacemos ahora 400 metros todo derecho por rue St Honoré. ¡Frenamos! 296 Rue St Honoré, 75001 Paris.

La iglesia actual es del año 1653, cuando el adolescente Luis XIV puso la primera piedra. Pero ya existía como templo desde 1521 y como parroquia desde 1633. Múltiples enterramientos y mausoleos dan a ella el aire de panteón. Es interesante saber que antes de ser guillotinada María Antonieta pasó por la Rue St Honoré y al pasar frente a esta Iglesia rezó con fervor. Quedó en dicho templo, su crucifijo (actualmente está en la sacristía).  

LO VICENTINO.

Aquí sirvieron las Hijas de la Caridad en vida de san Vicente y santa Luisa. El servicio fue difícil: ya que no se llevaban bien con el párroco.  Pasados los años, llegamos a 1792, después de la batalla de agosto, las hermanas demostraron gran caridad hacia los heridos. Agradecido por su buen ejemplo, el gobierno revolucionario permitió que siguiesen en la parroquia, aunque las habían suprimido como congregación. 

San Vicente tenía devoción por San Roque. Presenta a dicho santo como modelo de caridad, ya que pasó su vida ejerciendo esta virtud y murió contagiado por los apestados a los que servía. En la figura de San Roque ve cumplirse la enseñanza de Jesús de que no hay amor más grande que dar la vida por amor al prójimo (Cf. Jn. 15, 13). Con este ejemplo, buscaba estimular el servicio caritativo a los enfermos.(4) Enfrente de la iglesia de San Roque había una casa, que Vicente de Paúl alquiló para alojamiento de los presos galeotes (entre 1618 y 1632).

Una capilla lateral, está dedicada a san Vicente, exhibe dos grandes pinturas alusivas, ambas del siglo XIX. Al lado hay otra capilla dedicada a su gran amigo, san Francisco de Sales.

PALACIO REAL.

Si no estamos muy cansado, hacemos  400 metros por la rue St Honoré. Si estamos fatigados, podemos  parar a beber un café. Luego del café humeante llegamos a Pl. du Palais Royal, 75001 Paris. 

Historia. Sabemos que en 1624, Richelieu llegó a ser Primer Ministro de Luis XIII. Aquí el cardenal Richelieu, Armando Juan du Plessis, compró esta propiedad e hizo construir este palacio para su vivienda. La ventaja era que estaba muy cerca del palacio real del Louvre, donde trabajaba incansable y lealmente para el rey. Es por eso que este edificio se llamó originariamente “Palacio del Cardenal”. Al morir Richelieu el 4 de diciembre de 1642, legó el palacio al rey. 

Posteriormente, en el palacio vivieron temporalmente Ana de Austria, que era reina regente y su joven hijo  Luis XIV. El cardenal Julio Mazarino, primer ministro de Ana de Austria, residía a corta distancia, donde está hoy la Biblioteca Nacional. 

Durante la guerra civil que fue la Fronda, la familia real prefirió abandonar París: al regreso, se instaló nuevamente en el Louvre. Con el tiempo, los Duques de Orleans lo convirtieron en su residencia. Años más tarde, Luis Felipe José de Orleans decidió remodelar los jardines y abrirlos al público.

En la actualidad los Jardines del Palacio Real continúan siendo públicos y es posible sentarse a la sombra de sus árboles para disfrutar de la tranquilidad que transmiten y leer un buen libro. Recuerdo que una año, mientras hablaba a un grupo del CIF dentro de estos jardines, había una mariposa que simpáticamente revoloteaba alrededor de mí. Bien, aquí tenemos tres patios bien distintos. Es muy llamativo el primero, donde se destacan las columnas de Daniel Buren. Están en el patio de honor. Son 260 columnas inacabadas decoradas a franjas verticales de colores blancas y negras. Los jardines se encuentran rodeados por galerías en los que se pueden encontrar pequeñas tiendas donde se puede tomar y comer algo. Señalo el restaurante Grand Vèfour, famoso por haber tenido el honor de sentar en la mesa a personajes históricos como Víctor Hugo o Simone de Beauvoir. Asimismo se puede comprar elementos de los más variados, como tiendas de moda y antigüedades. Estas galerías conservan su fachada original. Dicho Palacio es sede del Consejo de Estado, del Ministerio de Cultura y del Consejo Constitucional. En la parte de atrás de los jardines se localizan los antiguos edificios de la Biblioteca Nacional de Francia.

LO VICENTINO.

Aquí vino varias veces Vicente de Paúl: entre los años 1635 a 1642, para ver al cardenal Richelieu. Luego, entre los años 1643 a 1652 para ver a la reina regente Ana de Austria. Las reuniones atañían en particular a asuntos religiosos y económico-sociales. También alguna vez aquí se reunía el Consejo de Conciencia. Recordemos que el Sr. Vicente fue miembro de dicho consejo desde junio de 1643 hasta septiembre de 1652. 

Al salir miremos la famosa salida del Metro Palais Royal, con un bello estilo Art Nouveau. Está construida con cristal y aluminio y se llama el “Quiosco de los Noctámbulos”. Por la gente que a la noche salía del teatro ya cerca está la Comedia Francesa. 

EL LOUVRE(5).

Ahora mis amigos seguimos todo derecho, no duden: La plaza du Palais Royal, el pasaje y salimos al Pabellón Richelieu. De este modo entramos en el Louvre y salimos directamente a la pirámide de vidrio. Eureka! Pirámide del Museo del Louvre. 75001 Paris 

El Louvre fue construido por el rey Felipe II a finales del siglo XII.  Comenzó como fortaleza, para defensa de la ciudad, pero sirvió también frecuentemente de residencia de los reyes. De a poco se fue mejorado y agrandando. Al extremo oeste estaba el Palacio de Les Tuileries, que hizo erigir la reina Catalina de Médicis. Enrique IV hizo la gran galería del Louvre, que son 460 metros bordeando el Sena. Luis XIII vivió parte de su vida aquí. Durante su reinado se siguió agrandando el palacio. Su estilo general es Renacimiento francés. Con un gran amor por la simetría. 

El Louvre inicia su historial de museo parcial cuando da cobijo a las colecciones privadas de Francisco I y de reyes posteriores. En 1682, el rey Luis XIV trasladó su residencia hasta el Palacio de Versalles, lo que supuso que el Louvre quedara únicamente como lugar de exposición de la colección de arte de la realeza. En 1692 el edificio fue ocupado por la Real Academia de Bellas Artes. Este organismo llevó a cabo la primera exposición en 1699. La Academia tuvo su residencia en el Louvre durante más de 100 años. Durante la Revolución Francesa, la Asamblea Nacional determinó que el Louvre debía ser utilizado únicamente como museo con el propósito de permitir el acceso de sus obras maestras a la nación. En concreto, el museo abrió sus puertas el 10 de agosto de 1793. Napoleón 1° se instaló en las Tuileries, durante su breve imperio. La colección de obras del Louvre se incrementó exponencialmente durante Napoleón, Luis XVIII y Carlos X, así como durante el Segundo Imperio Francés. En 1989 se inauguró una nueva entrada al museo y así se levantó la pirámide de Ieoh Ming Pei. Hoy es uno de los museos más grandes y valiosos del mundo. Y sin duda el más visitado. 

LO VICENTINO.

Aquí estuvo Vicente de Paúl varias veces. En su época era sede del gobierno real, aunque no la única. El edificio era más pequeño que el actual. San Vicente hace varias observaciones acerca del palacio del gobierno del Louvre. Entre ellas elogia el gran silencio que había ya que “no se escucha ni el volar de una mosca”. 

  En el Louvre fue donde el miserable Mazarino observó despectivo la ropa de Vicente, como lo refiere Abelly: “Y un día el señor cardenal Mazarino, tomándolo por la faja de la sotana, que estaba deshilachado, lo mostró a los que estaban allí y burlándose dijo: “Vean cómo viene vestido el señor Vicente a la Corte y la hermosa faja que lleva”.

En el gran patio encontramos en diagonal las imágenes de Richelieu y de Mazarino. Deben buscarla con atención, ya que están entre una larga hilera de personalidades destacadas que bordea el patio.  

IGLESIA DE SAN GERMÁN L’AUXERROIS.(6)

Podemos llegar a esta Iglesia ya sea que caminemos por adentro de la Plaza du Louvre o saliendo por el costado y tomando por la izquierda la Quai François Mitterrand. Llegaremos a nuestro destino en 8 o 9 minutos. 2 Pl. du Louvre, 75001 Paris.

Saint Germain l’Auxerrois (San Germán de Auxerre) es una de las iglesias más antiguas de París. Se cree que en este lugar se encontraron santa Genoveva, patrona de París y san Germán, obispo de la ciudad de Auxerre, en el siglo V. La iglesia de san Germán figura entre los ejemplos parisinos más notables de gótico flamígero. Esta iglesia comenzó a ser real parroquia en el siglo XIV.

Por su proximidad al Louvre, la campana de esta iglesia fue la señal utilizada por los miembros de la liga para atacar a los calvinistas (hugonotes) en el atardecer del día de  San Bartolomé (24 de agosto de 1572). Fue cerrada durante la revolución al culto cristiano católico. Volvió a ser templo finalizada la Revolución. Sufrió graves daños en la revuelta de 1831. Restablecida una vez más, se abrió en 1837. 

La portada de entrada posee a la izquierda la estatua de San Vicente mártir, uno de los patronos de la iglesia. Y a la derecha el obispo San Germán, junto a Genoveva.

 

LO VICENTINO.  

Aquí existió una Cofradía de la Caridad a la que luego se sumó la presencia de las Hijas de la Caridad. Muerto Vicente de Paúl, Enrique de Maupas de Tour (1600-1680), obispo de Le Puy y primo de los Gondi, pronunció aquí, un enorme elogio sobre el Sr. Vicente. Se lo habían encargado los miembros de las Conferencias de los Martes, ansiosos de honrar a su fundador. El texto se imprimió en 1661. No es una biografía, pero traza las líneas básicas de la vida y espiritualidad de san Vicente. En 1689 un tal Luis de Marillac fue párroco aquí. 

QUE VER.

Entrando a la derecha está la capilla dedicadas a san Vicente. Encontramos dos pinturas: 1. Un gran cuadro lo representa a buscando niños abandonados en una fría noche de invierno. 2. En formato menor, un retrato. Ambas son del siglo XIX. Observemos asimismo, una bella vidriera. En el centro está Vicente de Paúl con ropa litúrgica. En su mano tiene las Reglas. Arriba hay una imagen de la Trinidad Santa. Abajo, en un dibujo menor, aparece ayudando a un preso que viste ropa arabescas. 

Si están muy cansados aquí termina el recorrido. Han caminado heroicamente… pero si tienen un poco más de fuerza y tiempo hagamos 2 lugares más. ¡Mama mía!

Opcional. La iglesia del Oratorio. Vamos por la Rue du Louvre, luego a la izquierda hacemos la rue St Honoré. Hacemos unos 110 metros. Llegamos a 145, rue St Honoré.  Fue Real Capilla a partir de Luis XIII. La construcción actual comenzó en 1621. Aquí se celebraron las exequias de Luis XIII y Ana de Austria. Lamentablemente, este templo del Oratorio, está en manos protestantes desde 1811. El templo es barroco y su entrada sigue conservando el logo del Oratorio. 

LO VICENTINO.

Aquí predicó (aunque en una construcción previa) Francisco de Sales el domingo 11 de noviembre de 1618. Había venido tanta gente que Francisco de Sales tuvo que entrar por una ventana, ayudándose de una escalera. En la celebración estaba el rey y buena parte de la corte. Su introducción fue magnífica, pero luego proclamó un sencillo sermón sobre san Martín de Tours. Vicente de Paúl señala este hecho como un ejemplo de humildad. Aduce el poco caritativo comentario de una postulante de la Visitación que dijo: “¡Vaya truhan y bruto! ¡Qué manera tan rústica de predicar! ¡No tenía por qué venir de tan lejos para decimos lo que está hablando y probar la paciencia de tanta gente!”.(7) Esta chica luego fue religiosa. ¡Cosas veras Sancho! En este templo estuvo enterrado el brazo derecho del cardenal Pedro de Bérulle.

Pasado el tiempo, aquí fue  donde se consagró el primer obispo constitucional que era miembro de la Congregación de la Misión, Nicolás Philbert (1724-1797). Había sido buen párroco en la casa de Sedán y había jurado la constitución civil del clero. Estaba convencido de ello. Sería obispo de la diócesis de Ardennes.  

IGLESIA DE SAN EUSTAQUIO.

Ahora retomamos a la izquierda la rue du Louvre. Luego giramos a la derecha y tomamos la Rue Coquillière. Cuando esta calle se transforma en la rue du Jour… ¡Llegamos! 1 Rue du Jour, 75001 Paris.

Esta cerca de Les Halles, los mercados públicos de París. La actual iglesia empezó en 1532. La consagró Juan Francisco de Gondi en 1637. Fue restaurada en 1840. Por lo que presenta varios estilos: gótico, renacentista y neoclásico. Sigue sin terminar. La Revolución declaró a San Eustaquio templo de la Agricultura. Luego, volvió al culto cristiano católico. 

Es un templo de gran tamaño. El tercero de París, luego de Notre-Dame y Saint Sulpice. Un detalle curioso, es el motivo con que se adorna el frontón triangular de las dos fachadas laterales. En la parte superior se ve un ciervo con una cruz en la cornamenta. Es una alusión al mártir San Eustaquio, titular de esta iglesia. Dentro de la iglesia está su órgano, el más grande de Francia. También podemos ver la tumba del Ministro de Estado de Luis XIV, que era parroquiano de aquí: Jean Baptiste Colbert, muerto en 1683. El ministro que desarrolló el mercantilismo económico francés.  Las dos figuras alegóricas empleadas para simbolizar su vida son la fidelidad y la abundancia. 

LO VICENTINO.

Richelieu, el futuro cardenal, fue bautizado aquí. En este lugar hizo la primera comunión Luis XIV. En 1630 san Vicente instituyó una Cofradía de la Caridad, que no prosperó. Puede que le faltara el apoyo del párroco, Esteban Le Tonnelier. Dicho mezquino párroco, portavoz de otros párrocos de París, iniciaba aquel año una acción para que no se aprobase la Congregación de la Misión. ¡Un amigo de la Familia Vicentina!

QUE VER. La tercera capilla está dedicada a san Vicente, ya que él estuvo adscrito a esta parroquia durante su estancia con los Gondi. Una placa dice que aquí vivió de 1613 a 1623. Por encima del altar hay efigies menores de él y de san Francisco de Sales. Las imágenes quedan un poco oscuras. Detrás del altar mayor hay un pequeño busto dedicado al cardenal Pedro de Bérulle, fundador  del Oratorio, quienes regentan hoy la parroquia. 

Espero que este artículo refuerce nuestra esperanza, alegría y motivación. Les dejo algunas preguntas para reflexionar sobre lo visto: 1. ¿Piensan que se puede actuar en política para lograr un mundo mejor? 2. ¿Cómo se debería gobernar para evitar el hambre, la exclusión y la violencia social? 3. De los lugares que recorrimos virtualmente, ¿cuál te llamo más la atención? ¿Por qué?  Como siempre, te doy cita en el próximo artículo.