Antiguo San Lázaro

¡Buenas mi gente! Vamos a continuar conociendo las huellas vicentinas en esta ciudad tan antigua y secreta como es París. Comencemos esta nueva aventura.

IGLESIA DE SAN LORENZO

IR. Tomamos el Metro 4 en la estación Saint-Placide con dirección a Porte de Clignancourt y bajamos en Gare de l’Est. ¡Cuidado con los carteristas! Salimos dirección boulevard Magenta. Caminamos hasta 68, boulevard Magenta (París X).

EL TEMPLO

EXTERIOR. Templo dedicado al diácono san Lorenzo, que nos recuerda el valor del servicio a los pobres. Templo antiguo, su origen es del año 583. Lo más antiguo que se conserva es una torre, del siglo XII. La iglesia actual es del siglo XV, aunque con varias remodelaciones. Amo la arquitectura y viendo globalmente su exterior, capto que es un «lío» de diversos estilos. Sin embargo, la FACHADA es bien bonita, neogótica, del año1865. Tiene en el ángulo superior la Trinidad. Más abajo, en la puerta misma, a Jesús y los apóstoles. ¿El Pórtico qué contiene? Comienza con la resurrección de Cristo. Luego, narra sucesos de la vida de san Lorenzo, lo hace con vivos colores. Aquí vemos 1) El servicio de san Lorenzo a los excluidos. 2) Los romanos paganos que quieren robar el dinero de la Iglesia. 3) Los pobres como el verdadero «tesoro» de la Iglesia. 4) Su martirio, realizado por el genocida imperio romano.

A la derecha de la iglesia hay un parque, la Glorieta San Lorenzo, en cuyo espacio estaba el antiguo cementerio parroquial.

INTERIOR. Sin duda, este templo es más bello por dentro. Encontramos un hermoso gótico. Se pueden contemplar en el techo bellas nervaturas. En sus remates hay interesantes mensajes. Entre ellos un viacrucis (1657-1659). Vemos los signos del diácono san Lorenzo entrelazados al estilo francés (LS) y también la palma del martirio. El órgano del templo es de calidad, como en muchas parroquias parisinas.

LO VICENTINO.

San Lázaro no es una Iglesia destacada dentro de la ciudad de París, pero es valiosa para la Familia Vicentina. Este barrio de la ciudad es bastante más pobre que el de nuestra Casa Madre. Las veces que entré al templo de san Lázaro, observé con alegría que mucha gente pobre o inmigrantes necesitados vienen aquí a rezar. Encuentran un lugar para ellos.

Ahora viajemos un poco en el tiempo. Adriano Le Bon (1577-1651), prior de San Lázaro, acompañado por Guillermo Lestocq (+1661), párroco de San Lorenzo, ofertó en 1630 el priorato de san Lázaro a Vicente de Paúl. La comunidad religiosa que allí residía, los canónigos de san Lázaro, con el correr del tiempo habían perdido su función original. Además, los religiosos envejecían y no había nuevas vocaciones. Por tanto, buscaban a alguien bueno y entregado para traspasar la propiedad. ¿En quién pensaron? En Vicente de Paúl, el cual dudó mucho antes de aceptar. Pero, tras insistirle y después de un examen prolijo, aceptó. El Sr. Vicente nos dirá, tiempo después, que al escuchar la propuesta de donación: «Tenía los sentidos embotados lo mismo que un hombre sorprendido por el ruido de un cañón que dispara a su lado, sin que él estuviera prevenido… me quedé sin palabras». (ES V, 510). La imagen no puede ser más gráfica… y sonora.

La Iglesia de San Lorenzo fue desde 1632 a 1660 nada menos que la parroquia de Vicente de Paúl. San Lázaro no era parroquia, su parroquia era San Lorenzo. También fue la parroquia de Luisa de Marillac desde 1641 a 1660. Ella y otras hermanas solían orar y vivir la misa de Pascua en esta Iglesia. El párroco Lestocq enviaba confesores a la Casa-Madre de las Hijas de la Caridad. Asimismo, Lestocq asistió a Luisa de Marillac en su lecho de muerte y presidió su funeral. Santa Luisa había pedido ser enterrada en San Lázaro… pero el párroco enterró sus restos mortales en San Lorenzo. Aquí estuvo su tumba por 95 años, hasta su traslado a la Casa-Madre de las Hijas de la Caridad en 1755. Otro párroco, Nicolás Gobillon (1626-1706), que reverenciaba a Luisa de Marillac, escribió su primera biografía. Vamos a ir caminando en el templo de izquierda a derecha. Si estamos atentos veremos:

El Altar de santa Luisa. La vidriera muestra a santa Luisa y a las primeras hermanas bendecidas por san Vicente. Asimismo, hay un cuadro de santa Luisa y las hermanas llevando alimentos a los pobres del barrio. El cuadro es de 1922. Tiene una inscripción: «felices los misericordiosos».

Altar de San Francisco de Sales. Merece ser restaurado. Hay una estatua que lo representa escribiendo. Lo señala como gran escritor, que lo fue. La vidriera también hace referencia a él como obispo modelo de paz y mansedumbre.

En este altar estuvo el cuerpo de santa Luisa desde 1660 a 1755. Marca el sitio donde reposó su cuerpo una simple cruz con las palabras SPES UNICA (única esperanza), esta era una frase bastante utilizada en París ante la muerte. Debajo de la Cruz, una inscripción dice: Aquí han reposado durante 95 años los restos de la bienaventurada Luisa de Marillac, viuda de Legras. Fundadora y Primera Superiora de las Hijas de la Caridad, siervas de los pobres enfermos».

Siguiendo de izquierda a derecha, pasando la capilla del Santísimo encontramos una inscripción que dice: «1660. San Vicente de Paúl, fundador de los sacerdotes de la Misión y de las Hijas de la Caridad, acudió con frecuencia a San Lorenzo, su iglesia parroquial».

El Altar de San Vicente. Casi llegando a la puerta de salida y enfrente del Altar de santa Luisa. Lo más significativo es la VIDRIERA. Ella es grande, bella y contiene toda una catequesis en sí misma. Es del año 1934. Expresa a un Vicente de Paúl guiado por el Espíritu Santo para evangelizar a los pobres. Muestra a san Vicente junto a las obras de misericordia que realizó (galeotes, cautivos de Argel, pobres, heridos, etc.). Miremos las inscripciones de arriba hacia abajo. Están representadas las tres virtudes teologales. Fe (la llama del corazón), esperanza (la barca), Caridad (el ave Fénix). Le sigue el lema de la Congregación de la Misión: Evangelizar a los pobres es mi misión. Abajo y lástima que no está actualizada, encontramos la fecha de nacimiento del Sr. Vicente. Dice 1576 (debería decir 1581). A ver si un día se puede arreglar… luego sigue la fecha de su muerte, 1660 (ésta está bien).

EL ANTIGUO SAN LÁZARO.

IR. A pie tomamos a la derecha el Boulevard de Magenta 77, enseguida hacia la izquierda la calle de Faubourg San Dionisio, hasta el 107.
Esta zona hoy es más conocida por la estación de trenes y los negocios… pero para la Familia Vicentina es el lugar de la gran Casa-Madre de la Congregación de la Misión. ¿Hoy no? No. Ya lo explicaremos. Noten que tanto nos identificó esta casa, que se llamaba Lazaristas a buena parte de los sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión. Nombre que a mí me gusta decir. Aunque respeto al que no. Hablando del nombre, ¿a qué Lázaro hace referencia? Los leprosarios o lazaretos se vinculaban con la parábola de Lázaro (Lucas, 16, 19-31). Se supone que el pobre Lázaro, por sus llagas y úlceras era leproso. Esto está claro, pero éste es el otro Lázaro, el hermano de María y Marta, vuelto a la vida por Jesús (Juan 11, 1-43). Así parece referirse Vicente de Paúl, cuando dice de la Casa de San Lázaro, que por los retiros que allí se daban, debía ser un lugar de resurrección. Asimismo, el Lázaro que figuraba en el escudo de San Lázaro, era el hermano de Marta y María.

EL LUGAR. San Lázaro era una finca muy antigua, ya existía en el siglo VI. Disfrutó durante siglos el favor real. La propiedad de San Lázaro, no era sólo ese terreno, sino otras propiedades y casas. Un total de 32 hectáreas. También le pertenecía la feria de San Lorenzo (cruzando la calzada). Con todo eso nos la donaron. Más adelante, el Padre Jolly, tercer Superior General de la CM, compró un terreno de 20 hectáreas. El total sumaba 52 hectáreas. Nuestra Casa Madre llegó a ser la mayor propiedad eclesiástica de París. No era la más rica, pero sí la más extensa.

VICENTE DE PAÚL VIVIÓ AQUÍ DESDE 1632 HASTA SU MUERTE EL 27 DE SEPTIEMBRE DE 1660.

En Vida de Vicente de Paúl, esta casa era: Casa Madre de la Congregación. Casa Provincial de Francia. Casa de formación de los misioneros. Seminario interno. Seminario de los nuestros estudiantes. Sede de los misioneros que misionaban el campo. Productora de bienes para financiar obras de pastoral y obras sociales. Además, tenía apostolado con los externos: 1. Retiros a ordenandos (más de 12.000 personas entre 1632 y 1660). 2. Retiros de clérigos y seglares (más de 20.000 personas en 20 años). Allí hizo retiro entre otros; Bossuet, obispo de Meaux, y De Raneé, fundador de los trapenses reformados. 3. Se reunía la Conferencias de los Martes para el clero diocesano. 4. Lugar de atención a los refugiados en tiempo de guerra. 5. Lugar de asistencia a las víctimas del hambre.

En tiempo de san Vicente no era leprosario o leprocomio. Pero sí, alojaba a unos pocos enfermos psiquiátricos y algunos detenidos de familias pudientes. En San Lázaro había, además, un juzgado.[2]

SAN LÁZARO LUEGO DE SAN VICENTE DE PAÚL.

Con el tiempo, San Lázaro continuó siendo, en líneas generales, lo que era desde la época de su fundador: Fundamentalmente fue Casa Madre de la Congregación de la Misión. Y la base económica para el servicio material y espiritual de los pobres. Todo esto lo fue desde 1632 hasta 1792. Padeció un injusto asalto por parte de los casi revolucionarios. El lugar fue saqueado y deshecho (para no decir reventado) por una multitud caótica, la mañana del 13 de julio de 1789. Iban en busca de comida, vino y armas (que no había), pero de paso se robaron todo: puertas, ventanas, cuadros, libros, documentos, reliquias, medicinas, queso, dinero, etc. Un asaltante murió ahogado dentro de un barril de vino de la casa. Bebió tanto que cayó dentro (hay que beber con moderación). Eso sí, no robaron ni rompieron los crucifijos de más de las 600 habitaciones. Los misioneros, actuando prudentemente, dejaron el lugar. Así se salvaron de que los mataran o torturaran. Unos 100 misioneros volvieron. En 1790 la Casa paso a ser propiedad del Gobierno. El 1 de septiembre de 1792, llegó la orden del Estado de abandonar nuestro Edificio. Desde esa época nos sacaron para siempre. ¿En que se transformó la Casa Madre? En cárcel en 1794. Una enorme prisión. El Estado francés nunca la devolvió a la comunidad y quedó por años como prisión. En un momento dado (¿1825?), se lo transformó en cárcel de mujeres hasta 1932. Como muchas prostitutas tenían enfermedades venéreas, se hizo al lado un hospital de enfermedades sexuales y hospital general para las reclusas. Con el tiempo se amplió de hospital de enfermedades venéreas a hospital generalista abierto al barrio. Una curiosidad, Mata Hari estuvo presa aquí en 1917. Luego fue fusilada pero en otro lado. San Lázaro fue cerrado como cárcel en 1932. Al año siguiente, demolida en su mayor parte. Siguió como hospital. En el año 2000 dejó de ser hospital y se construyó una Mediateca Françoise Sagan.

Caminemos por el lugar. ¿Del san Lázaro de antes de la revolución que queda? La verdad…. Prácticamente no queda nada. Lo lamento. La antigua Iglesia era bonita. En ese templo fue enterrado Vicente de Paúl. Beatificado en 1730, su cuerpo se presentaba acostado, en una urna dorada, con el lado delantero de cristal. Estaba encima del altar lateral dedicado a san Lázaro. En esta iglesia había una docena de cuadros pintados a raíz de su canonización. Muchos obispos fueron consagrados en esta capilla, en tiempo de Vicente de Paúl y posteriormente. Hoy sólo podemos ubicar el espacio, estaba a la derecha de la actual plaza Alban Satrange.

Digno de verse es el MURAL DE SAN VICENTE ejecutado en 1988. Es obra del pintor Yvaral Vasarely, (1934-2002), financiado por el Distrito X. Por efecto del sol, hoy está bastante desteñido. Está a la izquierda de la plaza.

Los edificios que ocuparon Vicente de Paúl y sus misioneros se ubicaban en la ya mencionada plaza Alban Satrange, construida en 1964. La plaza fue totalmente renovada en el 2020. Estando allí, veamos el MONUMENTO A SAN VICENTE, es un pedestal de granito gris con un medallón de bronce (copia del acuñado el año 1960 para el tricentenario de su muerte). Fue inaugurado el 20 de junio de 1974. Su texto dice «Tengo pena de su pena». La frase es de una carta dirigida a santa Luisa. Pero ese texto más las penas de Luisa de Marillac, se lo quiere aplicar a los mares de lágrimas que salen del mundo de la pobreza. El monumento incluye los años del Señor Vicente: 1581-1660. Como les señalé, el distrito X de París tiene zonas bastante pobres. Es frecuente encontrar bastante gente en la plaza, muchas hablando a los gritos. Así que para una visita provechosa, lo mejor es ir cerquita del guía.

El escudo de San Lázaro, que se remonta al siglo XIII, fue colocado encima de la antigua capilla del hospital. Del escudo queda sólo una parte. La ex capilla será transformada en anfiteatro. Soy socio de la mediateca y me tienen al tanto. Sobre ese muro del ex templo hay una Placa: Recuerda la presencia y acción social de Vicente de Paúl. Por el costado entramos al bello jardín de la Mediateca. Podemos entrar a la mediateca y subir sus tres pisos. De allí podemos mirar la Gare du Nord (estación de los ferrocarriles del norte) queda cerca de allí y era parte de la finca.

Al costado de la mediateca, hay otro jardín con juegos de niños. Antes de la revolución era la entrada a la granja. Allí también estaba un pozo que daba una excelente agua, que consumían los cohermanos. No queda nada.

Antigua Casa-Madre de las Hijas de la Caridad (1641-1792) 94-114, calle del Faubourg San Dionisio, París 10. En la actualidad no quedan ni las migas de la antigua Casa Madre de las hermanas. Veremos una manzana con diversos edificios, sin nada que recuerde lo que fue. Pero antiguamente, frente al primitivo edificio de San Lázaro, en la acera opuesta, estaba la pretérita Casa-Madre de las Hijas de la Caridad. Las hermanas pagaban al principio una renta a los Lazaristas, pero llegaron a ser propietarias desde el 1 de abril de 1653. La venta fue prácticamente un regalo de hermanos. Es famosa la anécdota cuando se hundió un techo de la casa el 7 de junio de 1642. Escaparon indemnes Luisa de Marillac y las hermanas. Lo vieron como una señal providencial del amor de Dios por la Compañía.[3] Aquí murió santa Luisa el 15 de marzo de 1660. Un detalle, había una estatua del siglo XIV, que ornó una puerta de París cuando tenía murallas. Derribada esta puerta, se hizo donación de la estatua a las Hijas de la Caridad (1681). La colocaron en el jardín de la antigua casa. La imagen era conocida como Nuestra Señora de las Misiones. Llegada la Revolución, la imagen fue robada. Con el transcurso del tiempo volvió a las Hijas de la Caridad. Está en la cripta de la actual Casa-Madre de la rue de Bac.

Feria de San Lorenzo. Av. Magenta 85. Era antigua, ya estaba en el siglo XII. En tiempo de san Vicente, estaba en el extremo norte de la propiedad. Hoy plaza santa Luisa. Además de comestibles, había representaciones escénicas, juegos y competiciones. Vicente no era muy amigo de todo ello. La Congregación fue propietaria de la feria hasta la Revolución. Un mercado público, el Mercado San Quintín, construido en 1866 y situado al oeste del bulevar Magenta, lo reemplaza hasta hoy.

PARROQUIA DE SAN VICENTE DE PAÚL.

Seguimos por el Boulevard Magenta, luego giramos a la izquierda, tomamos la rue La Fayette. Llegamos a la Place Franz Liszt (1811- 1886). Esta plaza toma su nombre del célebre compositor que vivió a poca distancia de allí. Señalemos que Liszt estuvo en la casa vicenciana de Montecitorio, Roma. En dicho lugar hizo su retiro preparatorio a la tonsura. Pero luego no siguió la carrera eclesiástica. La música agradecida.
Ascendemos por la rue Bossuet, para llegar a la Iglesia de San Vicente de Paúl. Está en un lugar elevado. Era parte de la antigua propiedad de San Lázaro. Hoy es una iglesia parroquial diocesana, con la advocación de San Vicente de Paúl. La parroquia tiene grupos vicentinos. Muchas veces cuando la gente busca nuestra Iglesia San Vicente (que no es parroquia), se confunde y viene aquí.

La construcción de este gran templo duró, con interrupciones, de 1824 a 1844. Su principal arquitecto fue Santiago Ignacio Hittorf, quien también diseñó la Gare du Nord (la Estación del Norte), completó la Plaza de la Concordia e hizo otros muchos edificios.
Es llamativo el FRONTISPICIO, con una «Glorificación de San Vicente de Paúl». Lo representa en medio de Hijas de la Caridad, misioneros Lazaristas, niños expósitos, un recién convertido. Abajo, las doce columnas corresponden, a los doce apóstoles.

INTERIOR. La Iglesia es un tanto oscura, por las columnas internas y las ventanas muy altas. Pero en su conjunto es agradable, casi majestuosa. Nótense las incrustaciones del suelo. El hermoso órgano, es obra de Cavaillé-Coll (siglo XIX). Magnífico en medio del Rosetón. En la Nave central hay vidrieras de San Vicente y de San Francisco de Sales.

Las columnas jónicas, en dos hileras (se llaman stylo) dirigen hacia un friso: 205 santos, varones de un lado, mujeres del otro, van en procesión hasta Cristo, que está como Señor. Jesús aparece también en la semi-bóveda del ábside, rodeado de profetas, reyes y apóstoles, mientras bendice a los niños que le trae san Vicente (a la izquierda). No se le ve el semblante a éste, ya que mira al Señor.
Una inscripción en la pared recuerda a Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad.

En la Capilla del Santísimo, vemos la típica estatua del caritativo Vicente de Paúl, con niños. Dicha estatua, le sirvió a Pierre Fresnay para inspirarse en su caracterización de San Vicente en el premiado film Monsieur Vincent. Ahora, observemos dos vidrieras modernas que dicen: 1. Caridad. 2. San Vicente de Paúl, apóstol de la Caridad, ruega por nosotros.
Salimos. Hay un centro juvenil, puesto bajo la advocación del santo (12, calle Bossuet). Rodeamos la Iglesia y por la rue de Belzunce llegamos al 6, rue de Rocroy. Es el colegio Saint Vincent de Paul. Delante está la típica estatua francesa de un san Vicente con un niño en brazos y otro asido de él.

Detrás de la Iglesia está la pequeña rue Saint Vincent de Paul. El nombre fue dado en 1847. Luego, vamos por el Boulevard Magenta. Seguimos por rue Dunkerque. Entramos en la Gare du Nord. Tomamos la línea 4, para volver a la Casa Madre. La última vez, llegamos para la hora de la cena. Después de lo que vimos, me gusta recordar que la comida es un acto de amor a los otros y con los otros.

Les dejo algunas preguntas para meditar y completar este paseo virtual. ¿Qué santos inspiran mi servicio a los más pobres? ¿Qué parte de mis bienes, propios y comunitarios, pongo al servicio de un cambio social? ¿Cuido estos lugares: donde vivo, donde trabajo y donde evangelizo? ¿Qué películas ayudaron mi crecimiento espiritual?

[1] Cf. RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004. 23-127.

[2] Vicente refiere cierto día a las Hijas de la Caridad: «Al pasar por el patio de San Lázaro para venir aquí, me han dicho que la justicia se había reunido para condenar a un hombre. Esto me impresionó sensiblemente.» ES IX, 226

[3] Otra anécdota. Cerca había una fuente púbica de agua. Las jóvenes hermanas debían traer el agua a diario en cubos. También allí se surtían muchos aguadores, que decían groserías acerca del cuerpo de las hermanas. ¡Gente fina si las hay! Por estas groserías estaba un día una hermana llorando, en la entrada principal de San Lázaro. San Vicente le llenó los cubos de agua, cruzó con ella la calle y les dejó los cubos en la casa. A partir de esa vez, dispuso que las hermanas entraran en San Lázaro para hacer su provisión de agua. El Sr. Vicente era un verdadero caballero.|