BORDEAUX (1*)


Mis queridos amigos y amigas les invito a un nuevo paseo vicentino por una bella ciudad: Bordeaux (prefiero conservar ciertos nombres en francés, de hecho, así la llamarán el día que la visiten). Es una ciudad portuaria del sudoeste de Francia y capital de la región de Nueva Aquitania. El casco histórico Bordeaux fue nombrado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 2007. Bien, vamos directamente al tema, así saciaré su voracidad por saber. 

HISTORIA. 

Es una ciudad muy antigua. Ya en el año 70 el emperador Vespasiano la declaró capital de la provincia romana de Aquitania. De la época romana aún se pueden observar numerosos restos. ¡Atención! Ya en esa época era famosa por el vino. Así que dedico este sencillo artículo a Sócrates uno de los filósofos que más vino bebió en la antigüedad. El cristianismo ya estaba consolidado en el siglo IV.

En la Edad Media le pasaron varios cosas, sólo destaco algunas. Bordeaux fue saqueada por las tropas musulmanas de Abderramán I. Pero luego perdieron en la batalla de Poitiers, el 10 de octubre de 732 contra las fuerzas cristianas comandadas por el líder franco Carlos Martel. Esta batalla fue importante porque frenó la expansión musulmana hacia el norte de Europa. Pasemos los años, el matrimonio de Leonor de Aquitania con Enrique II, en 1154, hace que esa región sea parte de la corona inglesa, para “alegría de los franceses”. Este fue otro de los motivos de La Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra. Aunque finalmente ganó Francia, por mucho tiempo esa región fue muy anglófila. Otra cosa, tras la batalla de Castillon (1453) fue anexada a Francia.

Durante los siglos XVI y XVII fue escenario de muchas conflictos provocados por las Guerras de religión entre protestantes y cristianos católicos. En esa región se hablaba el occitano, siendo el gascón (lengua que hablaba Vicente de Paúl) una variante. En un momento se hablaba el occitano y el francés. Recordemos que Bordeaux cobijó a  grandes filósofos como Montaigne y Montesquieu.

El siglo XVIII fue la edad de oro económica de Bordeaux ya que su puerto llegó a ser el primero de Francia y el segundo del mundo. Principalmente comercializaba productos de las colonias (azúcar, café, cacao, etc.) Pero, también y tristemente, se dedicó al comercio de esclavos, en su mayoría provenientes de África. A lo largo de la Revolución Francesa, Bordeaux sostuvo a los diputados Girondinos, un grupo político moderado y federalista. Aunque más tarde, otros revolucionarios los combatieron. Para finalizar, durante la Primera Guerra Mundial, al estar París amenazada por el ejército alemán, el gobierno francés se retiró momentáneamente a Bordeaux. En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas alemanas construyeron una enorme Base de Submarinos.

LA CIUDAD EN LA ACTUALIDAD. 

Su fortaleza es la actividad portuaria, el turismo, la producción de vino, la administración y ser un gran centro universitario. Por esto último, es frecuente ver una numerosa población juvenil que llega de diversos lugares de Francia y del mundo.  El río Garonne la atraviesa y desemboca en el mar. Tras la remodelación de la ciudad se puede disfrutar de un largo y ancho paseo al lado del río, desde la estación de tren Saint Jean hasta la Ciudad del Vino. Su centro histórico conserva calles encantadoras, museos interesantes y una gran oferta gastronómica (suena bien). Pueden contemplar su bella arquitectura, principalmente los edificios del siglo XVIII. Por el color de su piedra, hay en dicha ciudad un predomino del amarillo claro. Aproximadamente viven en la urbe una 265.000 personas, siendo una parte de ella  extranjera, especialmente africana. A las afueras de la ciudad se pueden contemplar sus famosos  viñedos… 

LO VICENTINO. 

Vicente de Paúl viajó a Bordeaux en 1605, llegando a conocer la antigua ciudad amurallada. Vino siendo un joven sacerdote. Abelly sugiere que dicho viaje se relacionaba con la obtención de un obispado, ofrecido por el duque de Epemon, ya que dos de sus sobrinos fueron alumnos de Vicente en Buzet-sur-Tarn. Llegar a ser obispo tan joven y con poco dinero era una empresa bastante temeraria aún es el siglo XVII. La cuestión es que el proyecto se hundió (ya que hablamos de puerto).

Pasados los años y Vicente más maduro, volvió a Bordeaux como Capellán General de Galeras para predicar algunas misiones tanto al personal (oficiales y administrativos), como a los presos. Una de ellas fue en 1624. El Sr. Vicente buscó sacerdotes que lo ayuden, acudiendo al clero diocesano y a los jesuitas. Concluida esta misión y oído el parecer de dos amigos, visitó a su familia en Pouy (en el paseo referido a la Tierra Natal de san Vicente hago referencia a dicho suceso, no se lo pierda).

En 1634 envió a la diócesis de Bordeaux un grupo de misioneros. La gente los llegó a querer mucho. Aquí también existió una Conferencia de los Martes, para dar formación permanente al clero diocesano. También de este puerto partían los misioneros lazaristas que iban a la lejana isla de Madagascar. 

Otro detalle curioso es que san Vicente se hizo muy amigo de Juan de Fonteneil (1605-1679), sacerdote de Bordeaux. Éste era un hombre muy capaz que admiraba al Sr Vicente y llegó a ser primero deán de la catedral y luego vicario general de la archidiócesis. Se conservan varias cartas entre ambos. Fonteneil apoyó siempre a la Congregación de la Misión y a las Hijas de la Caridad ya que valoraba su trabajo con los pobres. Este hombre, fundó una comunidad de sacerdotes, la Congregación del Clero, con un carisma parecido al vicentino: dar misiones, retiros y formar al clero. La comunidad sobrevivió apenas tres años luego de la muerte del fundador. Disuelta la congregación, sus propiedades y tareas pastorales fueron encomendadas a su amiga Congregación de la Misión.

Vicente de Paúl envió a las Hijas de la Caridad para enseñar en las parroquias y especialmente para trabajar en el hospital de San Andrés que estaba pasando por una severa crisis. Fueron ayudadas por las Cofradías de la Caridad del lugar.

Después de San Vicente. Como les señalé, por heredar a la Congregación del Clero, la Congregación de la Misión debió asumir el seminario diocesano en 1682. Tarea que se aceptó con gusto. Al comienzo, los seminaristas vivían y estudiaban en dos casas contiguas a la iglesia parroquial de San Simeón.  Más tarde, el seminario tuvo que ser ampliado y se buscó otro edificio en 1739. Existió hasta la Revolución Francesa. Hoy no quedan ni las migas de ese inmueble, aunque sí de la Iglesia.

VINO LA MISION

Entre las propiedades de la otra congregación estaba la finca de Haut-Brion. Desde 1682 hasta la Revolución, las poseyeron los vicentinos. La finca se empleó al principio como casa de campo para los seminaristas de Bordeaux. Algunos cohermanos entendidos  en enología fueron logrando un vino de gran calidad, tanto para vino de misa como para vino de gala. La Revolución robó la finca que con el tiempo pasó por varias manos. Lo interesante es que todavía hoy sigue produciendo vino. La viña conserva el nombre de la Congregación: Château La Mission Haut-Brion. Es un vinazo pero el precio de la botella es bastante cara (pueden consultar en Google como quien les escribe).

Las Hijas de la Caridad retornaron a Bordeaux al mismo Hospital de San Andrés en 1705.  Durante la Revolución, las hermanas recibieron malos tratos, siendo asaltadas e insultadas en la calle. Pasada la Revolución volvieron y trabajaron muy bien  hasta 1989. ¡Bastantes años!

¿QUÉ VER? 

Este paseo se puede hacer todo a pie y puede durar como máximo 4 horas. Comenzamos por la Plaza de la Bolsa. Llamada antiguamente Plaza Real. Era el antiguo puerto. Zarpaban por el río Garonne y desembocaban en el Océano Atlántico que está a unos 120 Kilómetros. Imaginemos a Vicente de Paúl desembarcar en este lugar. Pero además, por aquí descendieron y se hicieron a la mar varios miembros de la Familia Vicentina. Entre ellos, los misioneros a Madagascar. Asimismo, aquí embarcaron para Estados Unidos, los sacerdotes lazaristas Félix De Andreis, José Rosati, Juan Bautista Acquaroni y el hermano Martín Blanka. Zarparon el 13 de junio de 1816, tras haber esperado desde el 1 de febrero vientos favorables. El nombre popular que antes le daban a este lugar (y por extensión a la ciudad) era el Puerto de la Luna. La plaza como la vemos hoy fue inaugurada en 1749. Posee una superficie de unos 5000 metros cuadrados. Se construyó como símbolo de prosperidad, con la idea de que fuese lo primero que viesen los visitantes que desembarcaban. Esta plaza tan señorial es el lugar más característico de  Bordeaux. Encontramos una construcción perfectamente simétrica, con la bella arquitectura clásica francesa del siglo XVIII. Todos los detalles de las fachadas representan dioses romanos y algunos de los mercaderes más emblemáticos de la ciudad. Los edificios que observamos son el Palacio de la Bolsa (Cámara de Comercio e Industria) y el antiguo edificio de la Aduana (Museo Nacional de Aduanas). En el centro hay una fuente dedicada a las Tres Gracias: las bellas Aglaya, Eúfrosine y Talia. Estas hijas de Zeus representaban el encanto, la gracia y la belleza.

Ya que estamos, no podemos dejar de ver el Espejo de Agua. Un espacio entre la orilla del Garonne y la Plaza de la Bolsa. Cuando se le da la gana de funcionar, crea un efecto espejo con una lámina de agua de 2 centímetros de grosor donde se refleja la plaza. Otras veces crea un efecto de niebla. 

PLAZA DE LA BOLSA
PLAZA DEL PARLAMENTO

Ahora vamos a caminar por la Rue Fernand Philippat hasta llegar a la hermosa Plaza del Parlamento (Place du Parlement), rodeada de edificios históricos con agraciadas fachadas y una simpática fuente en medio. Nos dirigimos a la izquierda por la Rue du Pas-Saint-Georges. Luego giramos a la derecha hacia Rue Saint-Siméon. Llegamos al número 5. Nos encontramos con la:

Antigua iglesia parroquial de San Simeón. (5 Rue Saint-Siméon). 

La iglesia ya no existe, pero se pueden ver partes del edificio que muestran claramente que fue un templo. Hoy es un café y un cine perteneciente a la red Utopía. Está enfrente de la plaza Camille Jullian, que posee algunos restos romanos.

Les explico, la iglesia de Saint-Siméon fue construida en el siglo XII y está dedicada a Simeón el Estilita. Las remodelaciones más grandes fueron en el siglo XIV y  XVII. Mayormente el exterior era estilo gótico y en su interior primaba el clasicismo italiano. Aquí trabajaron varios sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión tanto en la pastoral parroquial como en la formación de los seminaristas diocesanos. Lamentablemente dejó de ser espacio de culto a partir de la Revolución Francesa. Este lugar fue desde entonces muchas cosas (¡hasta un taller mecánico!) Como les dije, desde 1999 es un cine de arte y ensayo. Uno de sus retablos de piedra se encuentra actualmente en el museo de Aquitania. Para ver su interior, con el grupo fuimos al bar a tomar un café. Desde dentro se ve claramente que fue una templo cristiano. Pero atención, cuidado con una moza joven y agraciada que atiende allí, aprovechándose que éramos extranjeros nos quiso estafar dos veces con el cambio. Es tan astuta que podría fumar bajo el agua del río.

ANTIGUA IGLESIA SAN SIMEON

Bien, cuidando los euros salimos rumbo a la Catedral. Son sólo 450 metros. Nos dirigimos por Rue Saint-Siméon todo recto, el problema es que la calle cambia muchas veces de nombre en pocos metros, así que se transforma en Rue Arnaud Miqueu, luego se llama Rue de la Merci, luego Pl. Saint-Projet, y para que no se aburran se convierte en  Rue des Trois-Conils. A los 170 metros giramos a la izquierda hacia Rue du Père Louis Jabrun. Luego giramos ligeramente a la derecha hacia Pl. Pey Berland. ¡Llegamos! ¿Nadie se perdió?

ANTIGUA IGLESIA SAN SIMEON
ANTIGUA IGLESIA SAN SIMEON

La Catedral de san Andrés. 

En ella estuvo varias veces san Vicente. Y prácticamente está como en su época. Digamos que fue construida a finales del siglo XI, pero su estilo románico quedó prácticamente reducido a algunos muros, ya que fue reconstruida por completo entre los siglos XII y XVI. Durante la Revolución Francesa se le quitó casi toda la ornamentación y se la utilizó para cualquier cosa. Luego fue devuelta al culto. El templo está erigido para adorar a Dios y venerar al Apóstol Andrés, de mucha devoción en la ciudad. En su interior destaco la belleza de su órgano, su reloj interno y el  púlpito barroco. Éste último posee una bella imagen de la fe. Una lástima que no haya ninguna referencia a san Vicente que tanto trabajó por los presos y los enfermos del lugar.

Otro detalle característico es la Torre Pey Berland. ¿Qué es? Es el campanario de la catedral. ¿Por qué está separado del templo? Alrededor del siglo XV, cuando se hacían algunas reformas, el campanario fue uno de los puntos clave. El templo no era lo suficientemente robusto como para soportar nuevas y grandes campanas (la mayor tiene un peso cercano a las 8 toneladas). Entonces, se tomó la decisión de construir un campanario separado. Por tanto, no es un bautisterio antiguo. La torre mide 66 metros. En 1863 se instaló arriba de todo una  imagen en dorado de Notre-Dame de Aquitania. 

Sigamos el paseo. Al salir de la catedral tenemos prácticamente enfrente el Palacio Rohan, que alberga el Ayuntamiento de Bordeaux desde 1837. Su fachada es de estilo Luis XVI. Sus dos grandes galerías son hoy el Museo de Bellas Artes. 

Ahora Giramos a la izquierda y vamos por Pl. Rohan 35 metros, giramos a la derecha hacia Rue des Frères Bonie. Hacemos 66 metros y llegamos al Château du Hâ (10 Rue des Frères Bonie). En tiempos de Vicente de Paúl allí funcionaba la prisión para los condenados a las galeras. ¡Cuántas veces vino por aquí nuestro santo para escuchar, ayudar, evangelizar y mejorar las situaciones de los detenidos! El lugar era inmenso ya que ocupaba lo que hoy es el Palacio de Justicia y la Escuela Nacional de Magistrados. Saquemos algunas fotos. Ahora avancemos. 

Torre Pey Berland

Desandando nuestros pasos, como se dice, avanzamos por la Rue des Frères Bonie y doblamos hacia la derecha en la Rue du Maréchal Joffre, a los 260 metros cambia de nombre, se llama Rue Jean Burguet. Seguimos todo derechito y a los 160 metros llegamos al 1 Rue Jean Burguet, que es una de las entradas del Hospital San Andrés. Tiene varias, pero está enfrente a la Iglesia de santa Eulalia.

HOSPITAL SAN ANDRES

Los orígenes del Hospital San Andrés son muy antiguos. Surgió en 1390, gracias a la donación de Vital Carles, canónigo de la iglesia catedral. En 1539, se iniciaron las obras de construcción de los nuevos edificios. En torno a 1640 el hospital tuvo una época de pésima administración: desfalcos, maltratos a los enfermos. Las autoridades recurren al Sr. Vicente. Que con el envío de las Hijas de la Caridad apoyadas por la Cofradía de la Caridad revierten la situación.  Un poco más de historia. En 1829 se renovó el edificio. En 1972 se creó el proyecto de humanización y renovación del hospital. Este centro de salud es querido por el pueblo. Todavía conserva la antigua capilla de Santa Marta. Destaco que el Hospital San Andrés está situado en el centro de Bordeaux y forma parte del Hospital Universitario de la ciudad. 

La Puerta de Cailhau

 

OTRAS COSAS PARA VER. Ya que llegamos a Bordeaux visitemos otros lugares de interés. En tiempos medievales, el centro de Burdeos estaba rodeado por una muralla. Se han conservado seis de las puertas de entrada de aquella muralla. La más antigua es la puerta de San Eloy, aunque se conoce popularmente como la Puerta de la Gran Campana. La Puerta de Cailhau se levantó en honor al triunfo de Charles VIII en 1495. Posee 35 metros de altura. 

La Cité du Vin. No podía faltar un museo dedicado a la historia, comercialización y tradiciones alrededor del vino. 

Hay muchas plazas bonitas que ver en Bordeaux, ¡pero ninguna tan grande como la Plaza des Quinconces! Tiene 12 hectáreas. Destaco el monumento y fuente a los Girondinos. Cerca de allí queda el Gran Teatro de Bordeaux. La ciudad estaba en pleno esplendor económico en el siglo XVIII y muestra de ello fue la construcción de un precioso teatro de estilo neoclásico. Observen sus 12 columnas, las estatuas de las nueve musas y las diosas Juno, Venus y Minerva. 

Dos calles para recorrer tranquilos: la Rue Sainte-Catherine y la Rue Notre Dame. El museo que no se pueden perder para conocer la historia de la región es el Museo de Aquitania. Especialmente para que no se repita el horror de la esclavitud. Un lugar más, el Puente de Piedra (Pont de Pierre). Fue construido por orden del emperador Napoleón Bonaparte entre los años 1810 y 1822. Posee 487 metros de longitud, consta de 17 arcos lo que corresponde al número de letras del nombre de Napoleón Bonaparte. Lo crucé a pie para conocer el barrio de La Bastide, en la otra orilla del río.

PUENTE DE PIEDRA

Listo Calixto, hemos terminado otro paseo virtual. Les dejo algunas preguntas para profundizar la ética del paseo. 1. ¿Realizo alguna actividad para mejorar las cárceles? 2. ¿Colaboro con los hospitales? 3. ¿Cómo evangelizar en esas dos áreas? 3. ¿Conozco la historia de mi propia ciudad? 4. No podemos dejar la alegre Bordeaux sin preguntarnos ¿Cuáles son mis formas de festejar la vida?

1* Cf. COSTE, Pierre. El gran santo del gran siglo. El Señor Vicente. Tomo I. Salamanca. CEME. 1990; RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004; https://lostraveleros.com/que-hacer-en-burdeos/; https://www.viajeroscallejeros.com/lugares-que-ver-en-burdeos/