Categoría Paseos: I París

Ribera Izquierda del Sena. Ile de la cité. Isla de San Luis.1

Mis queridos amigos y amigas comenzamos un nuevo paseo vicentino virtual. Lo escribo con alegría ya que la divulgación de conocimientos es una las actividades que más me apasionan. ¿Preparados? Salimos de 95 Rue de Sèvres en París. Simplemente cruzamos la calle y nos dirigimos a la estación de Metro Vaneau (línea 10) dirección a Gare d’Austerlitz. Bajamos en Maubert – Mutualité. Tomamos la salida 1: Rue Lagrange. Caminamos por Boulevard Saint-Germain 500 metros. Giramos a la izquierda con dirección a Rue du Cardinal Lemoine unos 72 metros. ¡Llegamos al Pont de la Tournelle!

LA CASA DE LOS GALEOTES.

Un poco de historia. Situación penal francesa en el siglo XVII. Un sector de los delincuentes era condenado al remo forzado. Remaban en un tipo de navío llamado Galeras. Los presos iban sólo en las galeras reales. Imaginemos que los delincuentes eran detenidos en París. Se los alojaba en un edificio, dónde dos veces al año, se los trasladaba al gran puerto de Marsella. El edificio estaba al lado del río Sena, ya que desde allí, encadenados, subían a la embarcación.  

Un primer local estaba próximo al Palacio Real. Fue ocupado de 1618 a 1632. Luego se lo trasladó a un lugar llamado La Tournelle, era una torre cuadrangular sobre la orilla izquierda del Sena. La torre estaba situada entre el puente de la Tournelle y el puente de Sully. Era un edificio bastante voluminoso. 

¿Qué ver? Desde la Revolución en adelante, nada subsiste de la vieja torre: fue derribada en los insurgentes. En las matanzas del año del terror, 1792, los revolucionarios masacraron a los galeotes aquí recluidos. ¿El motivo? Sospechaban que entre los presos habrían algunos religiosos disfrazados. 70 asesinatos se cometieron sólo… por las dudas.

 Mucho más tarde se levantó en ese lugar una gran estatua de santa Genoveva, cuya caridad salvó al pueblo de París del hambre. Dicha estatua sin ser una maravilla, es digna de ver. 

Lo Vicentino.

Vicente de Paúl fue nombrado Capellán General de las Galeras el 8 de febrero de 1619. Tarea que desempeñó de un modo excelente, con creatividad y valentía. En esta actividad conoció la degradante situación de los presos galeotes. Fue tarea primordial proveerles mejoras de todo tipo. Como el Sr. Vicente había aprendido que sólo se va más rápido pero juntos se va más lejos, progresivamente fue movilizando todas sus organizaciones para ayudar a los detenidos. Los primeros misioneros lazaristas atendieron a los galeotes a partir de 1625. En 1632 comenzaron a hacerlo las Damas de la Caridad de San Nicolás de Chardonnet (La Tournelle no estaba lejos de dicha  parroquia). Las Hijas de la Caridad comenzaron a colaborar en la obra de los presos en 1640. 

MUSEO DE LA ASISTENCIA PÚBLICA.  (47, quai de la Toumelle, París 5)

Del Pont de la Tournelle tomamos la quai de la Tournelle. Hacemos 230 m y llegamos. ¡Voila!

Lo Vicentino.

 Esta casa era propiedad de María Bonneau, señora de Miramion (1629-1696). Viuda a los 16 años, quien se dio a obras de caridad. Fundó una congregación: las Hijas de Santa Genoveva.  Vicente de Paúl contribuyó a redactar dicha regla. Para dicha tarea, varias veces visitó a la señora de Miramion y a las hermanas en una casa que estaba en la otra orilla del río. Éstas eran conocidas popularmente como las miramionas. Vivieron en esta casa desde 1691 hasta 1792. 

¿Qué ver? Con la Revolución Francesa el edificio pasó a ser la Farmacia de los hospitales de París. Hoy alberga el Museo de la Asistencia Pública, interesante por las muestras que atañen la medicina de la época, a los niños expósitos, a san Vicente y a sor Rosalía Rendu. Espero que tengan suerte, porque casi siempre lo encuentro cerrado. 

IGLESIA DE SAN JULIÁN EL POBRE (1, rue Saint Julien Le Pauvre, París 5).

Seguimos por la Quai de la Tournelle 140 metros. Se transforma en Quai de Montebello. Al cruzar la rue Lagrange, atravesamos en diagonal la Plaza René Viviani. De paso, observen la original Fuente Saint Julien Le Pauvre. Luego, a unos metros el árbol más antiguo de París: Con 15 metros de altura, fue plantado en 1602, tiene 420 años. Es una robinia o falsa acacia. Hacemos unos metros más y llegamos al pequeño templo.

¿Qué ver? La iglesia de San Julián El Pobre está entre las más antiguas de París: data más o menos de 1170. Desde 1889 es la parroquia de la Iglesia greco-melquita católica (aunque no lo crea). Está dedicada a san Julián, obispo de Le Mans, que fue conocido por su gran caridad. Podemos entrar en el templo, que aunque es cristiano católico tiene una disposición litúrgica diferente. 

Lo Vicentino.

La Iglesia fue confiada al Hospital de París (Hótel-Dieu) en 1655. Con cierta frecuencia oraban aquí Vicente de Paúl, Luisa de Marillac, las Damas de la Caridad y varias Hijas de la Caridad. Rezaban a Dios antes de ir a servir a los pobres en el hospital o en la prisión. A su vez, San Vicente pone a San Julián como ejemplo de perdón y generosidad. 

IGLESIA DE SAN SEVERINO. (2 Rue des Prêtres Saint-Séverin, 75005 Paris).

Vamos ahora por Rue Galande 50 metros. Giramos a la izquierda por la rue Saint-Jacques. Avanzamos unos metros. Entremos a la Iglesia por la puerta de atrás. No hagan mucho ruido.

LO VICENTINO.

Según la tradición Vicente de Paúl halló un niño abandonado en la calle Hachette, corazón del Barrio Latino. Lo llevó a bautizar a la Iglesia San Severino y confió luego su cuidado a las Hijas de la Caridad. Inaugurando lo que llamaríamos la noche de la caridad. Cada tanto él mismo rescataría niños abandonados durante el atardecer. También, San Vicente predicó en esta iglesia varias veces. En su tiempo tenía la parroquia una Cofradía de la Caridad. Asimismo, las Hijas de la Caridad trabajaron aquí. 

¿Qué ver? El templo gótico data de los siglos XIII-XIV. Conserva magníficas vidrieras y columnas. A mí me gustan las que tienen forma de palmeras. Una capilla lateral está dedicada al santo (dicho sea de paso, habría que refaccionar dicha capilla) ¡No se pierdan los ventanales! Hay varias escenas de la vida de san Vicente: En una está junto a las hermanas atendiendo a pobres de todas las edades. Otra vidriera lo muestra ayudando a bien morir al rey Luis XIII. En los otros dos ventanales lo vemos atendiendo niños abandonados y bautizando a uno de ellos. Saliendo del templo por la puerta principal tomamos a la derecha. En la esquina de las calles Parcheminerie y Bouterie, está la oficina de la Asistencia Pública. Esta organización se inspira en san Vicente y lo considera su fundador. Ornamenta el ángulo de la construcción, una estatua del santo con un niño abandonado en sus brazos. Fue levantada en 1861. Algunos dicen que la cara no le salió muy parecido. Hay cosas peores.  

EL PUENTE NUEVO

Sigamos caminando con el gozo desnudo y pobre de vivir. Vamos por la rue de la Parcheminerie, hacemos 100 metros. Giramos a la derecha, avanzamos por la rue de la Harpe. Ojo que se bifurca. Seguimos a la izquierda que es la misma calle. Nuevo giro a la izquierda. Vamos ahora por la rue de la Huchette. Llegamos al glamuroso Boulevard Saint-Michel. Giramos a la izquierda hacia quai des Grands Augustins. Hacemos 400 metros y llegamos al Pont Neuf.  

Un poco de historia. Donde comienza la Ile de la Cité, está el Puente Nuevo (Pont Neuf). Así se llama, aunque es el más antiguo de los que subsisten en París. Fue nuevo en su forma de construcción. Su edificación fue concluía en 1604, bajo Enrique IV. 

Recordemos que en la parte de abajo habían asesinado al valiente y leal templario Jacques De Molay. Más tarde, aquí se dio parte de las muertes de San Bartolomé. También, debajo del puente había una estatua de la Samaritana dando agua a Jesús. Es por eso que los grandes almacenes de la ribera derecha se llaman La Samaritaine. En el puente podemos contemplar una estatua ecuestre de Enrique IV, levantada luego de la Revolución.

Lo Vicentino.

Vicente de Paúl atravesó innumerables veces este puente. Asimismo los primeros misioneros y las hermanas. En su tiempo, el puente tenía mucha animación: mercados, diversiones, transportes; pero a diferencia de otros, éste no tenía casas a los costados. 

LA ISLA DE LA CIUDAD.

 Descendamos a nuestra derecha. Señores y señoras mías, aquí nació París. Que antiguamente se llamaba Lutecia. Es una isla, bien defendida contra atacantes y contra lobos. Lentamente la ciudad fue creciendo hacia la ribera derecha e izquierda. Primero fue una ciudad gala, luego romana. Con el tiempo cambió de nombre hacia “París” (lo más probable es que signifique “la ciudad de los parisi”, que fueron sus primeros habitantes).  

Crucemos ahora la elegante Plaza Dauphine, construida en 1607, en honor al futuro rey Luis XIII. A quien sería el próximo monarca se lo llamaba: el Delfín. 

LA CONCIERGERIE.  (2 Boulevard du Palais, París 1)

Seguimos en la Ile de la Cité. Vamos hacia rue de Harlay. Doblamos a la izquierda por la quai des Orfèvres. Volteamos a la derecha por el Boulevard du Palais.  Llegamos. 

La Conciergerie era una sección del antiguo Palacio real. A un costado, Luis IX hizo levantar la Santa Capilla, edificada en el siglo XIII para alojar una reliquia de la  Corona de Espinas. Más allá de la veracidad o no de esta reliquia (que es bastante dudosa), esta capilla es  admirable por su arquitectura. Sus vitrales son tantos que casi parece que no tuviera paredes. Vidrieras notablemente bellas, que se conservan originales. 

Con el paso del tiempo, durante la Revolución, aquí esperó su ejecución la reina María Antonieta. Por espacio de 16 meses (de 1793 a 1794), de este lugar salieron hacia la guillotina unas 2.600 personas. Un mar de sangre y crueldad. La mayoría no habían cometidos delitos que merecieran la pena capital. De nada sirvieron exposiciones, ni incluso llantos y gritos. Se había apoderado en un sector de la dirigencia el deseo de ver morir. Y una parte del pueblo bien que lo disfrutaba. 

En la actualidad, este edificio es Tribunales y también Museo. Aunque, el Palacio de Justicia se mudará a las afueras de París. El nuevo edificio está prácticamente terminado. Al trasladarse mejorará la movilidad de esa zona tan turística, que actualmente padece frecuentes cortes de calles y desvíos, de acuerdo a la gravedad de las personas que juzgan.

Lo Vicentino.

En época de san Vicente, parte de este edificio cobijó a los galeotes, a quienes visitaba a menudo. Las condiciones terribles en que vivían motivaron su traslado a La Tournelle, de la que ya hablamos. Adyacentes a la Conciergerie estaban los Tribunales, donde Vicente de Paúl pasó en sus recintos horas sin cuento, ya sea consultando con jueces, notarios y abogados, como presentándose ante problemas jurídicos como representante de tantas obras como llevaba. La Santa Capilla en su tiempo tenía funciones de culto. Así que, aquí dentro, varias veces, Vicente de Paúl entró a rezar. 

La Plaza. Caminamos 100 metros por la rue de Lutèce. De paso contemplamos el edificio de la Gendarmería a un lado y el Mercado de las Flores Reina Elizabeth II. Giramos a la derecha por la Rue de la Cité y llegamos a la bella Place Jean-Paul II. En dicha plaza está el punto 0. La tradición dice que el que lo pisa… regresa. Lo Vicentino. Entre 1636 y 1658, Vicente de Paúl visitó con frecuencia esta área. ¿A dónde iba? Al Hospital, la Catedral y el Palacio de Justicia.  

CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA DE PARÍS 

La Cathédrale Notre-Dame de París es el “corazón de la ciudad”. La fachada principal se terminó en 1250. Su construcción fue lenta y el pueblo se acostumbró a ver sus torres truncas. El templo gótico ha tenido numerosas reparaciones y modificaciones. Inmortalizada por la novela Nuestra Señora de París, del gran escritor cristiano católico Víctor Hugo. Publicada en 1831. Esta novela de amor se hizo hiper famosa. De modo que algunos creen que en esta Iglesia vivió Quasimodo, el jorobado. El 15 de abril de 2019 se prendió fuego esta catedral. Yo sospecho que fue un atentado del terrorismo islámico. Su reapertura al culto y a las visitas se calcula que será el 15 de abril de 2024. 

Lo Vicentino.

Vicente de Paúl venía con frecuencia a la Catedral, ya que en ella solían reunirse las Damas de la Caridad del Hótel-Dieu (El Hospital más céntrico de la ciudad). Esta agrupación caritativa de señoras difería de otras, por especializarse en una obra única: la atención de los enfermos que estaban en ese Hospital. Estas Damas eran en su mayoría de familia noble. Gradualmente el Sr. Vicente les convence de extender su ayuda a otras formas de pobreza merced a su riqueza e influjo. Por ejemplo, ayudas durante la casi guerra civil que significo La Fronda. Vicente de Paúl les daba charlas de formación, les guiaba en lo práctico del servicio y estaba presente en la elección de sus autoridades. Actuaba como animador de este útil grupo de  voluntarias. También, algunas veces, en esta catedral, les decía misa. También, san Vicente reunía aquí mensualmente a las Damas de la Caridad. Como al otro grupo, les formaba, orientaba y les decía misa. 

En julio de 1637, un miembro de la Compañía del Santísimo Sacramento, a la que pertenecía el Sr. Vicente, le comentaba sobre el gran número de sacerdotes que celebraban misa en la Catedral con ignorancia litúrgica o poca piedad. Vicente de Paúl aceptó que les enviaran a estos clérigos a San Lázaro. Buena parte de ellos eran errantes y mal formados. Permanecían por un año, durante el cual, la mayoría  mejoraba el ejercicio de su ministerio. 

Pasando los siglos, el entusiasta e inteligente Federico Ozanam y sus amigos, crean la “Conferencias de Notre Dame”. Una serie de disertaciones sobre la fe se dieron en la Catedral. El dominico Lacordaire, famoso predicador, dijo varias. Asimismo, en este templo fue beatificó a Federico Ozanam en 1997, por el papa Juan Pablo II.

¿Qué ver? Además de la Catedral en sí, hay una oscura capilla lateral dedicada a san Vicente: una estatua de mármol lo representa con un libro en una mano y una cruz en la otra. 

Al fondo de la parte posterior del altar mayor están los sepulcros de los Gondi. La familia amiga del Santo de los pobres, que dio cuatro arzobispos a París: 1. Pedro (1533-1616). 2. Enrique (1572-1622). 3. Juan Francisco (1584-1654). 4. Juan Francisco Pablo (1613-1679). Enrique (no Iglesias) y Juan Francisco Pablo fueron, además, cardenales, ambos de Retz, localidad en la Bretaña, que hacía de ellos, asimismo, duques. Me preguntan ¿Cuándo se reabra el templo, estarán estos elementos en el mismo lugar?… honestamente, no tengo idea.

HOSPITAL DEL HOTEL-DIEU. (1 place du Parvis de, 75004 Paris)

Salimos de la Catedral y miramos la fachada del Hospital (o entramos). Visitando esta zona, entré varias veces. Pero luego del COVID es más complicado. El nombre Hôtel-Dieu significa Casa de Dios y se emplea en Francia para designar al hospital principal de una ciudad. 

Un poco de historia. Es el hospital más antiguo de la ciudad de París. Fue fundado en el año 651 por el obispo Landerico. Ubicado hasta 1878 al otro costado de la Catedral. Es decir, daba sobre el río Sena. Permitía un mejor traslado de los enfermos. Así como el lavado de las ropas. Ese edificio fue el que conoció san Vicente. En su lugar, encontramos actualmente una estatua de Carlomagno a caballo junto a algunos fieles seguidores. Algunos dicen que su cara se parece a Astérix. El hospital actual, está a unos 100 metros de distancia del lugar original. Se encuentra asociado con la Facultad de Medicina París-Descartes

Lo Vicentino.

Aquí desplegaron su caritativa acción las Damas de la Caridad del Hótel-Dieu a partir de 1634. Desde 1635 también comenzaron a actuar las Hijas de la Caridad. Ellas estuvieron trabajando aquí por muchos años. En estas mujeres se veía un gran amor al enfermo y su deseo sincero de ayudarlos. 

LA CASA CUNA. 

Andamos por la rue d’Arcole hasta llegar al Puente de Areola. En la esquina que hace con la quai de la Corsé estaba uno de los edificios que recogía niños abandonados en el siglo XVII. Pero el personal era terrible. A algunos niños se los vendía, se los mutilaba para que den lástima y pidan, otros recibían malos tratos. Varias mujeres que trabajaban allí eran más malas que Mesalina (si no saben quién fue busquen en Google). 

Lo Vicentino. Con ayuda de las Damas de la Caridad, Vicente de Paúl y Luisa de Marillac pusieron remedio a este aberrante mal que la sociedad veía con indiferencia. Y buscaron un nuevo edificio: Maison de la Couche o La Casa del Pañal. Fue el primero de varios edificios que fundaron. 

LA IGLESIA PARROQUIAL DE SAN LUIS EN L’ILE (19 Rue Saint-Louis en l’Île).

Caminamos por la quai aux fleurs hasta llegar al puente Saint Louis. Lo cruzamos. Llegamos así a una segunda isla, más pequeña, llamada Isla de San Luis. El lugar es muy grato. Recuerdo que con un grupo que estaban cansados paramos aquí para tomar algo. Pedí un café sin azúcar. El mozo que me atendió era tan corto de vista que no era capaz de verle las rayas a una cebra. Bien, ya repuestos, seguimos camino. Vamos por la rue Saint-Louis en l’Île todo derecho, hacemos tres cuadras. ¡Nos detenemos! 

Lo Vicentino.

Aquí, existió un templo anterior. El actual comenzó a construirse en 1664. En el templo antiguo, predicó san Francisco de Sales. También, presidió Vicente de Paúl reuniones que llevarían a fundar una escuela atendida por las hermanas. En este lugar les explicó a las Hijas de la Caridad que no tendrán “más capilla que la iglesia parroquial, ni más claustro que las calles de la ciudad”.  Hermoso proyecto de vida que no debemos olvidar.

¿Qué ver? Una capilla lateral dedicada a san Vicente, bastante oscura, contiene tres pinturas del siglo XIX. ¿Qué representan?: 1. San Vicente formando a las Hijas de la Caridad. 2. Vicente de Paúl instruyendo a los  sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión. 3. La subida al cielo del Padre de los Pobres. Abajo hay varias personas entre ellos, Lazaristas así como Hijas de la Caridad. También hay una capilla lateral dedicada a san Francisco de Sales. Allí podemos contemplar también tres cuadros: 1. San Francisco de Sales misionando en el campo. 2. Misionando en la ciudad. 3. Fundando a las Hermanas de la Visitación. 

CASA DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD (5 bis y 7, calle Poulletier). 

Seguimos  por la rue Saint-Louis en l’Île. En la primera calle, giramos a la izquierda, ya estamos en la rue Poulletier. Todo muy cerca.

Lo Vicentino.

Subsiste una casa en la cual Vicente de Paúl instaló a las Hijas de la Caridad el 17 de octubre de 1652. Dicha casa  fue escuela por mucho tiempo. Durante la temida Revolución, sin embargo, los comités de vecinos las dejaron tranquilas, ya que educaban muy bien. La condición que le pusieron es que no llevasen hábito. Más adelante, en 1853 comenzaba en esta casa la primera asociación parisina de las Hijas de María (hoy Juventudes Marianas Vicentinas). 

¿Qué ver? Una placa en el exterior recuerda la presencia de las hermanas.

Para regresar a la Casa Madre Lazarista. Vamos por la rue Saint-Louis en l’Île. Giramos a la izquierda hacia rue des Deux Ponts. Cruzamos el  Pont de la Tournelle, de paso miramos el río Sena. Seguimos derechito por la rue du Cardinal Lemoine. Llegamos al Metro Cardinal Lemoine de la  Línea 10. 

Preguntas. Les dejo algunas cuestiones para que el paseo nos haga más buenos. 1. ¿Alguna vez realicé acciones para ayudar a los presos? 2. ¿Suelo rezar antes de ir a evangelizar? 3. ¿Cómo trato a los enfermos? 4. ¿Colaboro de alguna manera con obras de ayuda a la infancia? 4. ¿Vivo mi fe evangelizando en la calle o me cuesta salir? Como siempre… de todo corazón, los espero en un próximo paseo.

[1] Cf. SAN VICENTE DE PAUL. Obras Completas. XII Tomos. Salamanca. Sígueme. 1972-1982; ROMÁN, José María. San Vicente de Paúl. Tomo I. Biografía. Madrid. BAC. 1981; RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004.

[2] ES IX 1178.    

El Cementerio de Montparnasse

Un saludo muy sincero a todos nuestros lectores. Les invito a seguir haciendo nuestros paseos vicentinos por París. Ciudad rica, misteriosa, remota y cercana. Esta vez le propongo un paseo un tanto “extraño”, visitar el Cementerio de Montparnasse. En él están enterrados muchos miembros de la familia vicentina. Y ya que llegamos aquí, aprovecharemos a ver lo que esta “ciudad de los muertos” nos enseña. 

Recuerdo la primera vez que visité el cementerio de Montparnass. Fue una mañana inolvidable. Lluvias intermitentes tan propias de París, un cielo algo plomizo y la ventisca fresca que mecía las ramas de los árboles, le puso a esta visita la cuota de melancolía funeraria acorde con este camposanto de singular belleza.  

Permítanme indicarles los datos prácticos. Dirección: 3, Boulevard Edgar Quinet, 75014 París. Cómo Llegar. Autobús: líneas 28 y 68. Metro: línea 6 estación Edgar Quinet. También líneas 4 y 6 estación Raspail. De la Casa Madre lazarista se puede ir a pie. Se tardará entre 20 a 30 minutos. Horarios. Lunes a Viernes de 08:00 a 18:00hs. Sábados de 08:30 a 18:00hs. Domingos de 09:00 a 18:00hs

ORIGEN

El nombre original es el de Cementerio del Sur, aunque todos lo conocen como Cementerio de Montparnasse. Se abrió en 1824. Los terrenos que ocupan el cementerio estaban utilizados en el siglo XVII por tres granjas. Con la llegada de la Revolución Francesa se confiscaron las tierras. Allí se comenzó a enterrar a personas fallecidas en los hospitales y que no eran reconocidas. En el siglo XIX, el terreno paso a dominio de la ciudad y se comenzaron las obras para construir un cementerio que inhumara a los parisinos de la rivera izquierda de París. 

Actualmente es el cementerio más famoso de la rivera izquierda de París. Incluso les diré que es el que está más de moda (gustos son gustos). Entre otros, en este cementerio están enterrados artistitas, pintores, escultores, intelectuales, personas de Iglesia, políticos, etc. También este camposanto es buscado por los Bobó, término que expresa al burgués bohemio. Es decir, es una clasificación sociológica informal que describe a los miembros de un grupo social ascendente (generalmente empresarios y empleados de grandes compañías) que tiene cierta afinidad con lo “bohemio”. Dicho más simple,  alguien que se mueve dentro del capitalismo pero con cierta afinidad artística, culturales y “sociale”. 

CÓMO ES.

El cementerio de Montparnasse está formado por un armonioso conjunto de callecitas y senderos con flores y lápidas a ambos lados. Ocupa 19 hectáreas y es el segundo cementerio más grande de París (el más extenso es el camposanto de Père Lachaise). Con una cantidad de más de mil árboles, es uno de los grandes espacios verdes de París. Se divide en dos; el gran y el pequeño cementerio. Es un lugar turístico, así que en la serena atmósfera del cementerio, los curiosos pasos del viajero se mezclan con el silencio final de hombres y mujeres cuyos restos mortales esperan. En su entrada hay un mapa donde nos sitúa las tumbas más célebres. Pero, les advierto que no es fácil encontrar lugares en un cementerio 

En este cementerio predomina el color gris en las sepulcros, recordándonos que en París suele llover con frecuencia. En general no abundan los grandes mausoleos. Pero si miramos bien, veremos mucho y bello arte mortuorio. Con excelentes esculturas. Entre ellas encontramos: imágenes femeninas que expresan el dolor, Ángeles que lloran, representaciones alegóricas de los enterrados Hay tumbas neogóticas, clásicas, de Art Nouveau, etc. 

Antes de ser expropiado, una de las granjas era propiedad de los Hermanos de la Caridad, quienes construyeron el molino harinero. Llamado hasta hoy el Molino de la Caridad. Ya que una parte de la harina que producía el molino la compartían con los pobres.  Ya les conté que la Revolución robó el terreno. El molino dejó de funcionar. Por un tiempo fue casa del guardián del Cementerio. Hoy está como un recuerdo histórico. Eso sí, el molino perdió sus aspas.

El centro del cementerio es una rotonda que tiene en el medio una imagen masculina que representa el Recuerdo. Rodeándola como un anillo vemos varias cosas destacadas: 1. Una torreta neogótica con la imagen de María y el niño. 2. Una joven que expresa la flor del recuerdo que es ella misma. 3. Las manos orantes con una cruz. 4. El médico Orfila con niños curados, representando el cuidado de la fragilidad.  

En lo religioso. La mayoría son tumbas cristianas. Hay varias frases bíblicas ya sea en latín o en francés. Cruces, imágenes de María, de santos, de ángeles presentes con discreción francesa. Cerca de Panteón lazarista, hay una tumba con la Medalla milagrosa en la puerta. En su interior se puede leer una frase que dice “Reposa en paz al lado de tu madre querida”. 

Otras tumbas son judías. Otro tanto no manifiestan ninguna postura religiosa. 

PANTEÓN LAZARISTA.

Este mausoleo se terminó en 1866 y se lo bendijo en 1867. Es sencillo. Destaca una imagen de San Vicente misionero. Una inscripción latina lo señala. Por afuera no es muy grande, pero tiene 13 metros de profundidad. Su cripta es amplia. Hay 72 tumbas, 36 a cada costado. Aquí están enterrados varios sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión. Como el número va aumentando, cada tanto se reducen los cuerpos. Por esos hay varios osarios. Otro dato, en 1885 se trajeron varios lazaristas que estaban en el cementerio de Vaugirand. Ellos están en un solo y gran osario. 

Entre sus difuntos encontramos a: Superiores Generales como Francisco Verdier, Charles Souvay, Antonio Fiat, etc.  En el antiguo San Lázaro, en 1941, se identificaron las tumbas de algunos misioneros, muchos de estas tumbas fueron reconducidos al panteón lazarista en Montparnasse. De modo que también tenemos las tumbas de otros Superiores Generales Alméras, Jolly, etc. El famoso Juan Bautista Étienne estuvo enterrado aquí pero luego fue trasladado a la Capilla San Vicente. Eso ocurrió en 1874. Otras figuras notables el confesor de santa Catalina, el P. Aladel. El sabio Pouget, etc. Algunos obispos lazaristas como Paul Reynaud; Jean Renaud; Paul Montaigne y André Defevre.

LA BEATA SOR ROSALÍA RENDU.

Yace en una tumba especial del cementerio de Montpamasse. Cuarta fila de la Avenida Principal, una gran cruz blanca marca la tumba. Parte de la inscripción dice: “A Rosalía, la buena madre, en agradecimiento, sus amigos, pobres y ricos”. Esta hermana encarnó el profetismo vicentino en medio de una época de mucha exclusión social en Francia. El pueblo la valoró antes que la comunidad.  Asistieron a sus exequias, formando el largo cortejo hasta el cementerio, unas 70.000 personas. Un dato para pensar, como sor Rosalía se había atraído el enfado de Juan Bautista Étienne, Superior General de la Congregación de la Misión, quedó prohibido a los misioneros la participación en su funeral. Sólo un lazarista tuvo la valentía y hombría  de participar, el P. Marion. 

Mausoleo de la Hijas de la Caridad. Se destacan las tumbas de varias Superioras Generales. Mausoleo de los Oratorianos

OTRAS TUMBAS FAMOSAS.

Hago una breve selección. Veamos por áreas. Filósofos y personas vinculadas a las letras. Muy cerca, está la tumba del filósofo Jean-Paul Sartre, y a su lado la de Simone de Beauvoir. el dramaturgo irlandés Samuel Beckett. El escritor argentino Julio Cortázar. Proudhon, el filósofo anarquista. Cuando uno llega a la tumba del escritor peruano César Vallejo le vienen a la memoria unos famosos versos “Me moriré en París con lluvia, un día del cual ya tengo el recuerdo”. Murió pobre y solo en un hospicio parisino. Pierre Larousse, el famoso redactor del diccionario universal. El poeta y crítico de arte Charles de Baudelaire. Políticos. El presidente de México Porfirio Díaz (amado y odiado hasta el día de hoy). A quien le guste lo policial, visite la tumba de Alfred Dreyfus. Prácticamente su juicio dividió a Francia. Uno de los que lo defendió fue el gran escritor Émile Zola. Finalmente Dreyfus logró su liberación y su reincorporó al ejército. Llegando a ser comandante. Tumbas de Presidentes franceses, como Paul Deschanel y Jacques Chirac. Actores, actrices, presentadores de televisión, comediantes, cantantes. Muchos son famosos dentro de Francia o para los francoparlantes. En ese rubro, una de las tumbas más vistadas es la del cantante Serge Gainsbourg. Diseñadores. Bernard Lacoste creador de moda. ¡Quien no recuerda su cocodrilo estampado en sus prendas! 

CURIOSIDADES.

En las tumbas de varios célebres, los viajeros dejan tickets   de metro. Quizás simbolizando por su último viaje? O el primero no tenía otra cosa que dejar? También depositan besos (bien marcados con lápiz labial). También he visto que dejan piedritas, botones. En la de algún escritor, lápices. Cada tanto los cuidadores, hacen una limpieza y todo comienza nuevamente. 

Tumba curiosas con forma de barco, como la del contralmirante D’Urville. O la de un aviador que vuela sombre un águila. 

Frases llamativas: “guarda el recuerdo de nuestra sonrisa. Sonríe por nosotros”; Al lado de una extraña escultura de un ave, “A mi amigo Jean Jacques un ave que voló muy alto”; “Pedrito que la alegría continúe”. “Paraíso no habrá si no soy recibido por mi perro y por mi gato”; “Guarda la calma ante las disonancias”; etc. 

Termino el artículo mientras finalizo de tomar unos mates perfectamente asquerosos. La yerba es buena Rosamonte, pero el agua de París y el mate no se llevan bien… Bueno, al terminar este paseo, podemos meditar: 1) Pienso alguna vez en mi muerte? 2) Qué quisiera dejar a los demás el día que me vaya? 3) El día que deba partir, habré ayudado, aunque sea un poquito, a remediar los problemas de la pobreza y la desigualdad? Hasta el próximo paseo. 

En torno al Louvre

Mis amigos y amigas les invito a otra paseo vicentino por París. Esta vez deambularemos por lugares donde convive el lujo y la vanidad, junto a la historia, el pensamiento y la espiritualidad. Salimos desde la Casa Madre Lazarista hacia nuestro primer destino.

PLAZA DE LA CONCORDIA (Place de la Concorde, 75008 Paris).

Para llegar. Tomamos la Estación de Metro Sèvres – Babylone de la línea 12 a Front Populaire. Son 4 paradas. Bajamos en Concorde. Salida por place Concorde.

Llegamos a esta bendita plaza, cuyos bordes nos reciben con su característico olor a orina. La plaza se construyó entre 1757 y 1779. Se la llamó Plaza de Luis XV, ya que fue éste el que cedió los terrenos para su construcción. En el centro había una estatua ecuestre del monarca. Pero duró poco. En 1792, la Revolución francesa “voló” la estatua del rey y la reemplazó por la estatua de la libertad. Lo más impactante fue que durante la revolución, al lado de la estatua de la libertad se instaló la guillotina, la cual trabajaba horas extras. Más de 2.100 personas fueron aquí ejecutadas durante la Revolución. Una verdadera masacre. Entre los guillotinados en esta plaza estaban Luis XVI, María Antonieta y mucho clero cristiano católico. Andando el tiempo, aquí mismo serían guillotinados eminentes figuras revolucionarias: Danton, Hébert y Robespierre. Quizás para borrar tanto crimen en 1795, la plaza tomó su nombre actual: Plaza de la Concordia. Lo cual significa “unidos por el corazón”. 

A partir de 1830 la plaza toma su aspecto actual.  Diseñada por Hittorff.  En 1831 colocan el obelisco de Luxor. Está hecho de granito rosa y decoraba la entrada del templo de Luxor en Tebas. En sus cuatro caras los jeroglíficos narran las victorias militares de Ramsés II. A los lados del obelisco, hay dos fuentes, a imitación de las de San Pedro de Roma, que representan la navegación fluvial y la marítima. Están decoradas con figuras humanas y de animales acuáticos. Incluso, muchas de sus farolas tienen forma de barco. Además, enfrente de la plaza está el Palacio de la Marina. Alrededor de la explanada están las estatuas que representan ocho ciudades francesas: Brest, Ruán, Lyon, Marsella, Burdeos, Nantes, Lille y Strasburgo. Es decir, Francia representada de norte a sur y de este a oeste (creo que una limpieza a dichos monumentos no les vendría nada mal). 

LA IGLESIA DE LA MAGDALENA.2 (La Madeleine)

Ahora vamos derecho por la rue Royale y llegamos a la iglesia que está en Pl. de la Madeleine, 75008 Paris

Se trata de un gran edificio neoclásico. Cuya historia fue bastante accidentada. La construcción de la Madeleine empezó en 1764 durante el reinado de Luis XV. Pero luego esta construcción quedó modificada y finalmente paralizada. Hasta que entre 1790 y 1806, Napoleón encomendó la tarea de erigir un gran Templo de Gloria de su Gran ejército. Napoleón no lo pude ver terminado. Y una vez levantado el Arco del Triunfo no se sabía qué hacer cuando este edificio se terminara. Así que se decidió volver a la idea original y el templo fue cedido para el culto cristiano católico. Fue consagrado en 1845 y puesta bajo el patronazgo de santa María Magdalena. A la cual Francia le tiene particular devoción, ya que leyenda decía que ella había pasado la parte final de su vida en una gruta del sur de este país (cerca de Marsella). El rey Luis Felipe de Orleans puso gran cuidado en la decoración de esta iglesia, que debía ser “El Templo de la Reconciliación Nacional”, tras las convulsiones de la Revolución Francesa y del Imperio.

El exterior tiene una apariencia de templo griego. La iglesia está rodeada por 52 columnas corintias, cada una de 20 metros de altura. Su frontón muestra escenas del Juicio Final. Si miran bien, aparece María Magdalena arrodillada ante Jesucristo, como una alegoría de la Francia arrepentida, que suplica perdón por la ejecución de tantas personas guillotinados en la Revolución (más todos los que mató Napoleón). Las puertas de entrada al templo son grandiosas. De puro bronce y representan “Los diez mandamientos”. Los dos primeros se encuentran en la parte superior y los otros 8 en las hojas de las puertas. Desde la parte superior de la escalinata se contempla, enfrente, la rue Royale, con la Place de la Concorde y la Asamblea Nacional (a la cual le agregaron 12 columnas dándole una enorme similitud con la Iglesia parroquial). 

El interior del templo es predominantemente de estilo barroco. El escultor italiano Marochetti, talla la gran estatua de María Magdalena para el altar. Detrás, veremos un enorme friso de la ascensión de María Magdalena. La escena central representa a Cristo, que recibe a María Magdalena (alegoría de Francia arrepentida). Una banda a los pies de la santa señala “amó mucho”. Lo curioso es que en el fresco aparece también la figura de Napoleón Bonaparte, que en ese momento acababa de fallecer y era extraordinariamente popular en Francia. Aparece en el cielo dialogando con diversas autoridades eclesiásticas acerca del concordato de 1801.

La iluminación de la iglesia es tenue y le da un aire intimista. Algunos lamentan que sea un poco oscura. La cúpula de la única nave están decoradas por frescos de Ziegler y representan la historia del cristianismo. Las capillas laterales están adornadas por estatuas neoclásicas de distintos santos  así como esculturas de Jesús. El maravilloso órgano es de Cavaillé-Coll. A lo largo del año, la iglesia programa conciertos de música clásica. En algunas visitas guidas, hemos tenido la suerte de escuchar algunos de ellos. En esta iglesia se celebraron los funerales de personas vinculadas a la música como Fréderic Chopin, Dalila y Jonny Hallyday. Ya vendrán otros. 

LO VICENTINO.

La Madeleine tiene una capilla dedicada a san Vicente. Es una escultura de grandes dimensiones que representa a san Vicente con dos niños pobres. Es obra de Nicolo Raggi. Actualmente hay en la parroquia una Conferencia Vicentina. 

CONVENTO DE LAS CAPUCHINAS.

Ahora giramos a la derecha hacia Rue Duphot, hacemos 210 m. Giramos a la izquierda hacia rue St Honoré. Hacemos 180 m. Alto! Les comento que la primera vez que realicé este paseo (que hice solo), me perdí y sentí una gran incomodidad, como cuando comiendo una pizza en el barrio San Cristóbal de Buenos Aires, encontré una cucaracha pegada a la muzzarella. Pero bueno, volvamos al lugar. Estamos en 360-364 rue St Honoré, 75001 Paris.

Hoy es una lujosa galería (Le Cour Vendôme). Miren hacia arriba y verán simbolizados los cuatro elementos (fuego, agua y aire en un lado y enfrente la tierra). Pero ahora “viajemos en el tiempo”, hasta el año 1608. La apertura de este convento, fue famosa. A la ceremonia asistió Miguel de Marillac, tío de santa Luisa. Enrique IV, junto a varias nobles, sostenían aquel establecimiento de las Hijas de la Pasión, como se  llamaba entonces a las capuchinas. El convento duró sólo hasta 1685, cuando Luis XIV requirió ese predio. El rey ubicó a las monjas en otro lugar muy cercano: la hoy magnífica Plaza Vendôme(3). Dicha plaza ss de planta cuadrada, con las esquinas despuntadas, es cerrada y solamente atravesada por una calle, de norte a sur. En su centro se encuentra la columna Vendôme, levantada por Napoleón en 1810. En la actualidad la Plaza Vendome acoge  joyerías y tiendas de moda prestigiosas de París (Dior, Chanel, Cartier), además de los lujosos hoteles como Ritz y Vendom. El Hotel Ritz aparece en innumerables películas norteamericanas que se refieren a París. Nada queda  de las edificaciones del convento. Aunque las calles cercanas de las Capuchinas y el bulevar de las Capuchinas recuerdan su presencia.

LO VICENTINO.

Atraída por la vida sobria de las monjas, la adolescente Luisa de Marillac solía acompañarlas en el jardín, en el refectorio, en la capilla. Su director espiritual era por entonces el provincial de los capuchinos. Aunque la apreciaba, le denegó una solicitud suya para ingresar en el convento al ver su poca salud. 

En la antigua capilla del convento fue enterrada la hermana de Pedro de Gondi, Margarita de Gondi (no confundir con su esposa que se llamaba Margarita de Silly de Gondi, ¡Por favor!). 

IGLESIA DE SAN ROQUE.

Hacemos ahora 400 metros todo derecho por rue St Honoré. ¡Frenamos! 296 Rue St Honoré, 75001 Paris.

La iglesia actual es del año 1653, cuando el adolescente Luis XIV puso la primera piedra. Pero ya existía como templo desde 1521 y como parroquia desde 1633. Múltiples enterramientos y mausoleos dan a ella el aire de panteón. Es interesante saber que antes de ser guillotinada María Antonieta pasó por la Rue St Honoré y al pasar frente a esta Iglesia rezó con fervor. Quedó en dicho templo, su crucifijo (actualmente está en la sacristía).  

LO VICENTINO.

Aquí sirvieron las Hijas de la Caridad en vida de san Vicente y santa Luisa. El servicio fue difícil: ya que no se llevaban bien con el párroco.  Pasados los años, llegamos a 1792, después de la batalla de agosto, las hermanas demostraron gran caridad hacia los heridos. Agradecido por su buen ejemplo, el gobierno revolucionario permitió que siguiesen en la parroquia, aunque las habían suprimido como congregación. 

San Vicente tenía devoción por San Roque. Presenta a dicho santo como modelo de caridad, ya que pasó su vida ejerciendo esta virtud y murió contagiado por los apestados a los que servía. En la figura de San Roque ve cumplirse la enseñanza de Jesús de que no hay amor más grande que dar la vida por amor al prójimo (Cf. Jn. 15, 13). Con este ejemplo, buscaba estimular el servicio caritativo a los enfermos.(4) Enfrente de la iglesia de San Roque había una casa, que Vicente de Paúl alquiló para alojamiento de los presos galeotes (entre 1618 y 1632).

Una capilla lateral, está dedicada a san Vicente, exhibe dos grandes pinturas alusivas, ambas del siglo XIX. Al lado hay otra capilla dedicada a su gran amigo, san Francisco de Sales.

PALACIO REAL.

Si no estamos muy cansado, hacemos  400 metros por la rue St Honoré. Si estamos fatigados, podemos  parar a beber un café. Luego del café humeante llegamos a Pl. du Palais Royal, 75001 Paris. 

Historia. Sabemos que en 1624, Richelieu llegó a ser Primer Ministro de Luis XIII. Aquí el cardenal Richelieu, Armando Juan du Plessis, compró esta propiedad e hizo construir este palacio para su vivienda. La ventaja era que estaba muy cerca del palacio real del Louvre, donde trabajaba incansable y lealmente para el rey. Es por eso que este edificio se llamó originariamente “Palacio del Cardenal”. Al morir Richelieu el 4 de diciembre de 1642, legó el palacio al rey. 

Posteriormente, en el palacio vivieron temporalmente Ana de Austria, que era reina regente y su joven hijo  Luis XIV. El cardenal Julio Mazarino, primer ministro de Ana de Austria, residía a corta distancia, donde está hoy la Biblioteca Nacional. 

Durante la guerra civil que fue la Fronda, la familia real prefirió abandonar París: al regreso, se instaló nuevamente en el Louvre. Con el tiempo, los Duques de Orleans lo convirtieron en su residencia. Años más tarde, Luis Felipe José de Orleans decidió remodelar los jardines y abrirlos al público.

En la actualidad los Jardines del Palacio Real continúan siendo públicos y es posible sentarse a la sombra de sus árboles para disfrutar de la tranquilidad que transmiten y leer un buen libro. Recuerdo que una año, mientras hablaba a un grupo del CIF dentro de estos jardines, había una mariposa que simpáticamente revoloteaba alrededor de mí. Bien, aquí tenemos tres patios bien distintos. Es muy llamativo el primero, donde se destacan las columnas de Daniel Buren. Están en el patio de honor. Son 260 columnas inacabadas decoradas a franjas verticales de colores blancas y negras. Los jardines se encuentran rodeados por galerías en los que se pueden encontrar pequeñas tiendas donde se puede tomar y comer algo. Señalo el restaurante Grand Vèfour, famoso por haber tenido el honor de sentar en la mesa a personajes históricos como Víctor Hugo o Simone de Beauvoir. Asimismo se puede comprar elementos de los más variados, como tiendas de moda y antigüedades. Estas galerías conservan su fachada original. Dicho Palacio es sede del Consejo de Estado, del Ministerio de Cultura y del Consejo Constitucional. En la parte de atrás de los jardines se localizan los antiguos edificios de la Biblioteca Nacional de Francia.

LO VICENTINO.

Aquí vino varias veces Vicente de Paúl: entre los años 1635 a 1642, para ver al cardenal Richelieu. Luego, entre los años 1643 a 1652 para ver a la reina regente Ana de Austria. Las reuniones atañían en particular a asuntos religiosos y económico-sociales. También alguna vez aquí se reunía el Consejo de Conciencia. Recordemos que el Sr. Vicente fue miembro de dicho consejo desde junio de 1643 hasta septiembre de 1652. 

Al salir miremos la famosa salida del Metro Palais Royal, con un bello estilo Art Nouveau. Está construida con cristal y aluminio y se llama el “Quiosco de los Noctámbulos”. Por la gente que a la noche salía del teatro ya cerca está la Comedia Francesa. 

EL LOUVRE(5).

Ahora mis amigos seguimos todo derecho, no duden: La plaza du Palais Royal, el pasaje y salimos al Pabellón Richelieu. De este modo entramos en el Louvre y salimos directamente a la pirámide de vidrio. Eureka! Pirámide del Museo del Louvre. 75001 Paris 

El Louvre fue construido por el rey Felipe II a finales del siglo XII.  Comenzó como fortaleza, para defensa de la ciudad, pero sirvió también frecuentemente de residencia de los reyes. De a poco se fue mejorado y agrandando. Al extremo oeste estaba el Palacio de Les Tuileries, que hizo erigir la reina Catalina de Médicis. Enrique IV hizo la gran galería del Louvre, que son 460 metros bordeando el Sena. Luis XIII vivió parte de su vida aquí. Durante su reinado se siguió agrandando el palacio. Su estilo general es Renacimiento francés. Con un gran amor por la simetría. 

El Louvre inicia su historial de museo parcial cuando da cobijo a las colecciones privadas de Francisco I y de reyes posteriores. En 1682, el rey Luis XIV trasladó su residencia hasta el Palacio de Versalles, lo que supuso que el Louvre quedara únicamente como lugar de exposición de la colección de arte de la realeza. En 1692 el edificio fue ocupado por la Real Academia de Bellas Artes. Este organismo llevó a cabo la primera exposición en 1699. La Academia tuvo su residencia en el Louvre durante más de 100 años. Durante la Revolución Francesa, la Asamblea Nacional determinó que el Louvre debía ser utilizado únicamente como museo con el propósito de permitir el acceso de sus obras maestras a la nación. En concreto, el museo abrió sus puertas el 10 de agosto de 1793. Napoleón 1° se instaló en las Tuileries, durante su breve imperio. La colección de obras del Louvre se incrementó exponencialmente durante Napoleón, Luis XVIII y Carlos X, así como durante el Segundo Imperio Francés. En 1989 se inauguró una nueva entrada al museo y así se levantó la pirámide de Ieoh Ming Pei. Hoy es uno de los museos más grandes y valiosos del mundo. Y sin duda el más visitado. 

LO VICENTINO.

Aquí estuvo Vicente de Paúl varias veces. En su época era sede del gobierno real, aunque no la única. El edificio era más pequeño que el actual. San Vicente hace varias observaciones acerca del palacio del gobierno del Louvre. Entre ellas elogia el gran silencio que había ya que “no se escucha ni el volar de una mosca”. 

  En el Louvre fue donde el miserable Mazarino observó despectivo la ropa de Vicente, como lo refiere Abelly: “Y un día el señor cardenal Mazarino, tomándolo por la faja de la sotana, que estaba deshilachado, lo mostró a los que estaban allí y burlándose dijo: “Vean cómo viene vestido el señor Vicente a la Corte y la hermosa faja que lleva”.

En el gran patio encontramos en diagonal las imágenes de Richelieu y de Mazarino. Deben buscarla con atención, ya que están entre una larga hilera de personalidades destacadas que bordea el patio.  

IGLESIA DE SAN GERMÁN L’AUXERROIS.(6)

Podemos llegar a esta Iglesia ya sea que caminemos por adentro de la Plaza du Louvre o saliendo por el costado y tomando por la izquierda la Quai François Mitterrand. Llegaremos a nuestro destino en 8 o 9 minutos. 2 Pl. du Louvre, 75001 Paris.

Saint Germain l’Auxerrois (San Germán de Auxerre) es una de las iglesias más antiguas de París. Se cree que en este lugar se encontraron santa Genoveva, patrona de París y san Germán, obispo de la ciudad de Auxerre, en el siglo V. La iglesia de san Germán figura entre los ejemplos parisinos más notables de gótico flamígero. Esta iglesia comenzó a ser real parroquia en el siglo XIV.

Por su proximidad al Louvre, la campana de esta iglesia fue la señal utilizada por los miembros de la liga para atacar a los calvinistas (hugonotes) en el atardecer del día de  San Bartolomé (24 de agosto de 1572). Fue cerrada durante la revolución al culto cristiano católico. Volvió a ser templo finalizada la Revolución. Sufrió graves daños en la revuelta de 1831. Restablecida una vez más, se abrió en 1837. 

La portada de entrada posee a la izquierda la estatua de San Vicente mártir, uno de los patronos de la iglesia. Y a la derecha el obispo San Germán, junto a Genoveva.

 

LO VICENTINO.  

Aquí existió una Cofradía de la Caridad a la que luego se sumó la presencia de las Hijas de la Caridad. Muerto Vicente de Paúl, Enrique de Maupas de Tour (1600-1680), obispo de Le Puy y primo de los Gondi, pronunció aquí, un enorme elogio sobre el Sr. Vicente. Se lo habían encargado los miembros de las Conferencias de los Martes, ansiosos de honrar a su fundador. El texto se imprimió en 1661. No es una biografía, pero traza las líneas básicas de la vida y espiritualidad de san Vicente. En 1689 un tal Luis de Marillac fue párroco aquí. 

QUE VER.

Entrando a la derecha está la capilla dedicadas a san Vicente. Encontramos dos pinturas: 1. Un gran cuadro lo representa a buscando niños abandonados en una fría noche de invierno. 2. En formato menor, un retrato. Ambas son del siglo XIX. Observemos asimismo, una bella vidriera. En el centro está Vicente de Paúl con ropa litúrgica. En su mano tiene las Reglas. Arriba hay una imagen de la Trinidad Santa. Abajo, en un dibujo menor, aparece ayudando a un preso que viste ropa arabescas. 

Si están muy cansados aquí termina el recorrido. Han caminado heroicamente… pero si tienen un poco más de fuerza y tiempo hagamos 2 lugares más. ¡Mama mía!

Opcional. La iglesia del Oratorio. Vamos por la Rue du Louvre, luego a la izquierda hacemos la rue St Honoré. Hacemos unos 110 metros. Llegamos a 145, rue St Honoré.  Fue Real Capilla a partir de Luis XIII. La construcción actual comenzó en 1621. Aquí se celebraron las exequias de Luis XIII y Ana de Austria. Lamentablemente, este templo del Oratorio, está en manos protestantes desde 1811. El templo es barroco y su entrada sigue conservando el logo del Oratorio. 

LO VICENTINO.

Aquí predicó (aunque en una construcción previa) Francisco de Sales el domingo 11 de noviembre de 1618. Había venido tanta gente que Francisco de Sales tuvo que entrar por una ventana, ayudándose de una escalera. En la celebración estaba el rey y buena parte de la corte. Su introducción fue magnífica, pero luego proclamó un sencillo sermón sobre san Martín de Tours. Vicente de Paúl señala este hecho como un ejemplo de humildad. Aduce el poco caritativo comentario de una postulante de la Visitación que dijo: “¡Vaya truhan y bruto! ¡Qué manera tan rústica de predicar! ¡No tenía por qué venir de tan lejos para decimos lo que está hablando y probar la paciencia de tanta gente!”.(7) Esta chica luego fue religiosa. ¡Cosas veras Sancho! En este templo estuvo enterrado el brazo derecho del cardenal Pedro de Bérulle.

Pasado el tiempo, aquí fue  donde se consagró el primer obispo constitucional que era miembro de la Congregación de la Misión, Nicolás Philbert (1724-1797). Había sido buen párroco en la casa de Sedán y había jurado la constitución civil del clero. Estaba convencido de ello. Sería obispo de la diócesis de Ardennes.  

IGLESIA DE SAN EUSTAQUIO.

Ahora retomamos a la izquierda la rue du Louvre. Luego giramos a la derecha y tomamos la Rue Coquillière. Cuando esta calle se transforma en la rue du Jour… ¡Llegamos! 1 Rue du Jour, 75001 Paris.

Esta cerca de Les Halles, los mercados públicos de París. La actual iglesia empezó en 1532. La consagró Juan Francisco de Gondi en 1637. Fue restaurada en 1840. Por lo que presenta varios estilos: gótico, renacentista y neoclásico. Sigue sin terminar. La Revolución declaró a San Eustaquio templo de la Agricultura. Luego, volvió al culto cristiano católico. 

Es un templo de gran tamaño. El tercero de París, luego de Notre-Dame y Saint Sulpice. Un detalle curioso, es el motivo con que se adorna el frontón triangular de las dos fachadas laterales. En la parte superior se ve un ciervo con una cruz en la cornamenta. Es una alusión al mártir San Eustaquio, titular de esta iglesia. Dentro de la iglesia está su órgano, el más grande de Francia. También podemos ver la tumba del Ministro de Estado de Luis XIV, que era parroquiano de aquí: Jean Baptiste Colbert, muerto en 1683. El ministro que desarrolló el mercantilismo económico francés.  Las dos figuras alegóricas empleadas para simbolizar su vida son la fidelidad y la abundancia. 

LO VICENTINO.

Richelieu, el futuro cardenal, fue bautizado aquí. En este lugar hizo la primera comunión Luis XIV. En 1630 san Vicente instituyó una Cofradía de la Caridad, que no prosperó. Puede que le faltara el apoyo del párroco, Esteban Le Tonnelier. Dicho mezquino párroco, portavoz de otros párrocos de París, iniciaba aquel año una acción para que no se aprobase la Congregación de la Misión. ¡Un amigo de la Familia Vicentina!

QUE VER. La tercera capilla está dedicada a san Vicente, ya que él estuvo adscrito a esta parroquia durante su estancia con los Gondi. Una placa dice que aquí vivió de 1613 a 1623. Por encima del altar hay efigies menores de él y de san Francisco de Sales. Las imágenes quedan un poco oscuras. Detrás del altar mayor hay un pequeño busto dedicado al cardenal Pedro de Bérulle, fundador  del Oratorio, quienes regentan hoy la parroquia. 

Espero que este artículo refuerce nuestra esperanza, alegría y motivación. Les dejo algunas preguntas para reflexionar sobre lo visto: 1. ¿Piensan que se puede actuar en política para lograr un mundo mejor? 2. ¿Cómo se debería gobernar para evitar el hambre, la exclusión y la violencia social? 3. De los lugares que recorrimos virtualmente, ¿cuál te llamo más la atención? ¿Por qué?  Como siempre, te doy cita en el próximo artículo. 

Antiguo San Lázaro

¡Buenas mi gente! Vamos a continuar conociendo las huellas vicentinas en esta ciudad tan antigua y secreta como es París. Comencemos esta nueva aventura.

IGLESIA DE SAN LORENZO

IR. Tomamos el Metro 4 en la estación Saint-Placide con dirección a Porte de Clignancourt y bajamos en Gare de l’Est. ¡Cuidado con los carteristas! Salimos dirección boulevard Magenta. Caminamos hasta 68, boulevard Magenta (París X).

EL TEMPLO

EXTERIOR. Templo dedicado al diácono san Lorenzo, que nos recuerda el valor del servicio a los pobres. Templo antiguo, su origen es del año 583. Lo más antiguo que se conserva es una torre, del siglo XII. La iglesia actual es del siglo XV, aunque con varias remodelaciones. Amo la arquitectura y viendo globalmente su exterior, capto que es un «lío» de diversos estilos. Sin embargo, la FACHADA es bien bonita, neogótica, del año1865. Tiene en el ángulo superior la Trinidad. Más abajo, en la puerta misma, a Jesús y los apóstoles. ¿El Pórtico qué contiene? Comienza con la resurrección de Cristo. Luego, narra sucesos de la vida de san Lorenzo, lo hace con vivos colores. Aquí vemos 1) El servicio de san Lorenzo a los excluidos. 2) Los romanos paganos que quieren robar el dinero de la Iglesia. 3) Los pobres como el verdadero «tesoro» de la Iglesia. 4) Su martirio, realizado por el genocida imperio romano.

A la derecha de la iglesia hay un parque, la Glorieta San Lorenzo, en cuyo espacio estaba el antiguo cementerio parroquial.

INTERIOR. Sin duda, este templo es más bello por dentro. Encontramos un hermoso gótico. Se pueden contemplar en el techo bellas nervaturas. En sus remates hay interesantes mensajes. Entre ellos un viacrucis (1657-1659). Vemos los signos del diácono san Lorenzo entrelazados al estilo francés (LS) y también la palma del martirio. El órgano del templo es de calidad, como en muchas parroquias parisinas.

LO VICENTINO.

San Lázaro no es una Iglesia destacada dentro de la ciudad de París, pero es valiosa para la Familia Vicentina. Este barrio de la ciudad es bastante más pobre que el de nuestra Casa Madre. Las veces que entré al templo de san Lázaro, observé con alegría que mucha gente pobre o inmigrantes necesitados vienen aquí a rezar. Encuentran un lugar para ellos.

Ahora viajemos un poco en el tiempo. Adriano Le Bon (1577-1651), prior de San Lázaro, acompañado por Guillermo Lestocq (+1661), párroco de San Lorenzo, ofertó en 1630 el priorato de san Lázaro a Vicente de Paúl. La comunidad religiosa que allí residía, los canónigos de san Lázaro, con el correr del tiempo habían perdido su función original. Además, los religiosos envejecían y no había nuevas vocaciones. Por tanto, buscaban a alguien bueno y entregado para traspasar la propiedad. ¿En quién pensaron? En Vicente de Paúl, el cual dudó mucho antes de aceptar. Pero, tras insistirle y después de un examen prolijo, aceptó. El Sr. Vicente nos dirá, tiempo después, que al escuchar la propuesta de donación: «Tenía los sentidos embotados lo mismo que un hombre sorprendido por el ruido de un cañón que dispara a su lado, sin que él estuviera prevenido… me quedé sin palabras». (ES V, 510). La imagen no puede ser más gráfica… y sonora.

La Iglesia de San Lorenzo fue desde 1632 a 1660 nada menos que la parroquia de Vicente de Paúl. San Lázaro no era parroquia, su parroquia era San Lorenzo. También fue la parroquia de Luisa de Marillac desde 1641 a 1660. Ella y otras hermanas solían orar y vivir la misa de Pascua en esta Iglesia. El párroco Lestocq enviaba confesores a la Casa-Madre de las Hijas de la Caridad. Asimismo, Lestocq asistió a Luisa de Marillac en su lecho de muerte y presidió su funeral. Santa Luisa había pedido ser enterrada en San Lázaro… pero el párroco enterró sus restos mortales en San Lorenzo. Aquí estuvo su tumba por 95 años, hasta su traslado a la Casa-Madre de las Hijas de la Caridad en 1755. Otro párroco, Nicolás Gobillon (1626-1706), que reverenciaba a Luisa de Marillac, escribió su primera biografía. Vamos a ir caminando en el templo de izquierda a derecha. Si estamos atentos veremos:

El Altar de santa Luisa. La vidriera muestra a santa Luisa y a las primeras hermanas bendecidas por san Vicente. Asimismo, hay un cuadro de santa Luisa y las hermanas llevando alimentos a los pobres del barrio. El cuadro es de 1922. Tiene una inscripción: «felices los misericordiosos».

Altar de San Francisco de Sales. Merece ser restaurado. Hay una estatua que lo representa escribiendo. Lo señala como gran escritor, que lo fue. La vidriera también hace referencia a él como obispo modelo de paz y mansedumbre.

En este altar estuvo el cuerpo de santa Luisa desde 1660 a 1755. Marca el sitio donde reposó su cuerpo una simple cruz con las palabras SPES UNICA (única esperanza), esta era una frase bastante utilizada en París ante la muerte. Debajo de la Cruz, una inscripción dice: Aquí han reposado durante 95 años los restos de la bienaventurada Luisa de Marillac, viuda de Legras. Fundadora y Primera Superiora de las Hijas de la Caridad, siervas de los pobres enfermos».

Siguiendo de izquierda a derecha, pasando la capilla del Santísimo encontramos una inscripción que dice: «1660. San Vicente de Paúl, fundador de los sacerdotes de la Misión y de las Hijas de la Caridad, acudió con frecuencia a San Lorenzo, su iglesia parroquial».

El Altar de San Vicente. Casi llegando a la puerta de salida y enfrente del Altar de santa Luisa. Lo más significativo es la VIDRIERA. Ella es grande, bella y contiene toda una catequesis en sí misma. Es del año 1934. Expresa a un Vicente de Paúl guiado por el Espíritu Santo para evangelizar a los pobres. Muestra a san Vicente junto a las obras de misericordia que realizó (galeotes, cautivos de Argel, pobres, heridos, etc.). Miremos las inscripciones de arriba hacia abajo. Están representadas las tres virtudes teologales. Fe (la llama del corazón), esperanza (la barca), Caridad (el ave Fénix). Le sigue el lema de la Congregación de la Misión: Evangelizar a los pobres es mi misión. Abajo y lástima que no está actualizada, encontramos la fecha de nacimiento del Sr. Vicente. Dice 1576 (debería decir 1581). A ver si un día se puede arreglar… luego sigue la fecha de su muerte, 1660 (ésta está bien).

EL ANTIGUO SAN LÁZARO.

IR. A pie tomamos a la derecha el Boulevard de Magenta 77, enseguida hacia la izquierda la calle de Faubourg San Dionisio, hasta el 107.
Esta zona hoy es más conocida por la estación de trenes y los negocios… pero para la Familia Vicentina es el lugar de la gran Casa-Madre de la Congregación de la Misión. ¿Hoy no? No. Ya lo explicaremos. Noten que tanto nos identificó esta casa, que se llamaba Lazaristas a buena parte de los sacerdotes y hermanos de la Congregación de la Misión. Nombre que a mí me gusta decir. Aunque respeto al que no. Hablando del nombre, ¿a qué Lázaro hace referencia? Los leprosarios o lazaretos se vinculaban con la parábola de Lázaro (Lucas, 16, 19-31). Se supone que el pobre Lázaro, por sus llagas y úlceras era leproso. Esto está claro, pero éste es el otro Lázaro, el hermano de María y Marta, vuelto a la vida por Jesús (Juan 11, 1-43). Así parece referirse Vicente de Paúl, cuando dice de la Casa de San Lázaro, que por los retiros que allí se daban, debía ser un lugar de resurrección. Asimismo, el Lázaro que figuraba en el escudo de San Lázaro, era el hermano de Marta y María.

EL LUGAR. San Lázaro era una finca muy antigua, ya existía en el siglo VI. Disfrutó durante siglos el favor real. La propiedad de San Lázaro, no era sólo ese terreno, sino otras propiedades y casas. Un total de 32 hectáreas. También le pertenecía la feria de San Lorenzo (cruzando la calzada). Con todo eso nos la donaron. Más adelante, el Padre Jolly, tercer Superior General de la CM, compró un terreno de 20 hectáreas. El total sumaba 52 hectáreas. Nuestra Casa Madre llegó a ser la mayor propiedad eclesiástica de París. No era la más rica, pero sí la más extensa.

VICENTE DE PAÚL VIVIÓ AQUÍ DESDE 1632 HASTA SU MUERTE EL 27 DE SEPTIEMBRE DE 1660.

En Vida de Vicente de Paúl, esta casa era: Casa Madre de la Congregación. Casa Provincial de Francia. Casa de formación de los misioneros. Seminario interno. Seminario de los nuestros estudiantes. Sede de los misioneros que misionaban el campo. Productora de bienes para financiar obras de pastoral y obras sociales. Además, tenía apostolado con los externos: 1. Retiros a ordenandos (más de 12.000 personas entre 1632 y 1660). 2. Retiros de clérigos y seglares (más de 20.000 personas en 20 años). Allí hizo retiro entre otros; Bossuet, obispo de Meaux, y De Raneé, fundador de los trapenses reformados. 3. Se reunía la Conferencias de los Martes para el clero diocesano. 4. Lugar de atención a los refugiados en tiempo de guerra. 5. Lugar de asistencia a las víctimas del hambre.

En tiempo de san Vicente no era leprosario o leprocomio. Pero sí, alojaba a unos pocos enfermos psiquiátricos y algunos detenidos de familias pudientes. En San Lázaro había, además, un juzgado.[2]

SAN LÁZARO LUEGO DE SAN VICENTE DE PAÚL.

Con el tiempo, San Lázaro continuó siendo, en líneas generales, lo que era desde la época de su fundador: Fundamentalmente fue Casa Madre de la Congregación de la Misión. Y la base económica para el servicio material y espiritual de los pobres. Todo esto lo fue desde 1632 hasta 1792. Padeció un injusto asalto por parte de los casi revolucionarios. El lugar fue saqueado y deshecho (para no decir reventado) por una multitud caótica, la mañana del 13 de julio de 1789. Iban en busca de comida, vino y armas (que no había), pero de paso se robaron todo: puertas, ventanas, cuadros, libros, documentos, reliquias, medicinas, queso, dinero, etc. Un asaltante murió ahogado dentro de un barril de vino de la casa. Bebió tanto que cayó dentro (hay que beber con moderación). Eso sí, no robaron ni rompieron los crucifijos de más de las 600 habitaciones. Los misioneros, actuando prudentemente, dejaron el lugar. Así se salvaron de que los mataran o torturaran. Unos 100 misioneros volvieron. En 1790 la Casa paso a ser propiedad del Gobierno. El 1 de septiembre de 1792, llegó la orden del Estado de abandonar nuestro Edificio. Desde esa época nos sacaron para siempre. ¿En que se transformó la Casa Madre? En cárcel en 1794. Una enorme prisión. El Estado francés nunca la devolvió a la comunidad y quedó por años como prisión. En un momento dado (¿1825?), se lo transformó en cárcel de mujeres hasta 1932. Como muchas prostitutas tenían enfermedades venéreas, se hizo al lado un hospital de enfermedades sexuales y hospital general para las reclusas. Con el tiempo se amplió de hospital de enfermedades venéreas a hospital generalista abierto al barrio. Una curiosidad, Mata Hari estuvo presa aquí en 1917. Luego fue fusilada pero en otro lado. San Lázaro fue cerrado como cárcel en 1932. Al año siguiente, demolida en su mayor parte. Siguió como hospital. En el año 2000 dejó de ser hospital y se construyó una Mediateca Françoise Sagan.

Caminemos por el lugar. ¿Del san Lázaro de antes de la revolución que queda? La verdad…. Prácticamente no queda nada. Lo lamento. La antigua Iglesia era bonita. En ese templo fue enterrado Vicente de Paúl. Beatificado en 1730, su cuerpo se presentaba acostado, en una urna dorada, con el lado delantero de cristal. Estaba encima del altar lateral dedicado a san Lázaro. En esta iglesia había una docena de cuadros pintados a raíz de su canonización. Muchos obispos fueron consagrados en esta capilla, en tiempo de Vicente de Paúl y posteriormente. Hoy sólo podemos ubicar el espacio, estaba a la derecha de la actual plaza Alban Satrange.

Digno de verse es el MURAL DE SAN VICENTE ejecutado en 1988. Es obra del pintor Yvaral Vasarely, (1934-2002), financiado por el Distrito X. Por efecto del sol, hoy está bastante desteñido. Está a la izquierda de la plaza.

Los edificios que ocuparon Vicente de Paúl y sus misioneros se ubicaban en la ya mencionada plaza Alban Satrange, construida en 1964. La plaza fue totalmente renovada en el 2020. Estando allí, veamos el MONUMENTO A SAN VICENTE, es un pedestal de granito gris con un medallón de bronce (copia del acuñado el año 1960 para el tricentenario de su muerte). Fue inaugurado el 20 de junio de 1974. Su texto dice «Tengo pena de su pena». La frase es de una carta dirigida a santa Luisa. Pero ese texto más las penas de Luisa de Marillac, se lo quiere aplicar a los mares de lágrimas que salen del mundo de la pobreza. El monumento incluye los años del Señor Vicente: 1581-1660. Como les señalé, el distrito X de París tiene zonas bastante pobres. Es frecuente encontrar bastante gente en la plaza, muchas hablando a los gritos. Así que para una visita provechosa, lo mejor es ir cerquita del guía.

El escudo de San Lázaro, que se remonta al siglo XIII, fue colocado encima de la antigua capilla del hospital. Del escudo queda sólo una parte. La ex capilla será transformada en anfiteatro. Soy socio de la mediateca y me tienen al tanto. Sobre ese muro del ex templo hay una Placa: Recuerda la presencia y acción social de Vicente de Paúl. Por el costado entramos al bello jardín de la Mediateca. Podemos entrar a la mediateca y subir sus tres pisos. De allí podemos mirar la Gare du Nord (estación de los ferrocarriles del norte) queda cerca de allí y era parte de la finca.

Al costado de la mediateca, hay otro jardín con juegos de niños. Antes de la revolución era la entrada a la granja. Allí también estaba un pozo que daba una excelente agua, que consumían los cohermanos. No queda nada.

Antigua Casa-Madre de las Hijas de la Caridad (1641-1792) 94-114, calle del Faubourg San Dionisio, París 10. En la actualidad no quedan ni las migas de la antigua Casa Madre de las hermanas. Veremos una manzana con diversos edificios, sin nada que recuerde lo que fue. Pero antiguamente, frente al primitivo edificio de San Lázaro, en la acera opuesta, estaba la pretérita Casa-Madre de las Hijas de la Caridad. Las hermanas pagaban al principio una renta a los Lazaristas, pero llegaron a ser propietarias desde el 1 de abril de 1653. La venta fue prácticamente un regalo de hermanos. Es famosa la anécdota cuando se hundió un techo de la casa el 7 de junio de 1642. Escaparon indemnes Luisa de Marillac y las hermanas. Lo vieron como una señal providencial del amor de Dios por la Compañía.[3] Aquí murió santa Luisa el 15 de marzo de 1660. Un detalle, había una estatua del siglo XIV, que ornó una puerta de París cuando tenía murallas. Derribada esta puerta, se hizo donación de la estatua a las Hijas de la Caridad (1681). La colocaron en el jardín de la antigua casa. La imagen era conocida como Nuestra Señora de las Misiones. Llegada la Revolución, la imagen fue robada. Con el transcurso del tiempo volvió a las Hijas de la Caridad. Está en la cripta de la actual Casa-Madre de la rue de Bac.

Feria de San Lorenzo. Av. Magenta 85. Era antigua, ya estaba en el siglo XII. En tiempo de san Vicente, estaba en el extremo norte de la propiedad. Hoy plaza santa Luisa. Además de comestibles, había representaciones escénicas, juegos y competiciones. Vicente no era muy amigo de todo ello. La Congregación fue propietaria de la feria hasta la Revolución. Un mercado público, el Mercado San Quintín, construido en 1866 y situado al oeste del bulevar Magenta, lo reemplaza hasta hoy.

PARROQUIA DE SAN VICENTE DE PAÚL.

Seguimos por el Boulevard Magenta, luego giramos a la izquierda, tomamos la rue La Fayette. Llegamos a la Place Franz Liszt (1811- 1886). Esta plaza toma su nombre del célebre compositor que vivió a poca distancia de allí. Señalemos que Liszt estuvo en la casa vicenciana de Montecitorio, Roma. En dicho lugar hizo su retiro preparatorio a la tonsura. Pero luego no siguió la carrera eclesiástica. La música agradecida.
Ascendemos por la rue Bossuet, para llegar a la Iglesia de San Vicente de Paúl. Está en un lugar elevado. Era parte de la antigua propiedad de San Lázaro. Hoy es una iglesia parroquial diocesana, con la advocación de San Vicente de Paúl. La parroquia tiene grupos vicentinos. Muchas veces cuando la gente busca nuestra Iglesia San Vicente (que no es parroquia), se confunde y viene aquí.

La construcción de este gran templo duró, con interrupciones, de 1824 a 1844. Su principal arquitecto fue Santiago Ignacio Hittorf, quien también diseñó la Gare du Nord (la Estación del Norte), completó la Plaza de la Concordia e hizo otros muchos edificios.
Es llamativo el FRONTISPICIO, con una «Glorificación de San Vicente de Paúl». Lo representa en medio de Hijas de la Caridad, misioneros Lazaristas, niños expósitos, un recién convertido. Abajo, las doce columnas corresponden, a los doce apóstoles.

INTERIOR. La Iglesia es un tanto oscura, por las columnas internas y las ventanas muy altas. Pero en su conjunto es agradable, casi majestuosa. Nótense las incrustaciones del suelo. El hermoso órgano, es obra de Cavaillé-Coll (siglo XIX). Magnífico en medio del Rosetón. En la Nave central hay vidrieras de San Vicente y de San Francisco de Sales.

Las columnas jónicas, en dos hileras (se llaman stylo) dirigen hacia un friso: 205 santos, varones de un lado, mujeres del otro, van en procesión hasta Cristo, que está como Señor. Jesús aparece también en la semi-bóveda del ábside, rodeado de profetas, reyes y apóstoles, mientras bendice a los niños que le trae san Vicente (a la izquierda). No se le ve el semblante a éste, ya que mira al Señor.
Una inscripción en la pared recuerda a Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad.

En la Capilla del Santísimo, vemos la típica estatua del caritativo Vicente de Paúl, con niños. Dicha estatua, le sirvió a Pierre Fresnay para inspirarse en su caracterización de San Vicente en el premiado film Monsieur Vincent. Ahora, observemos dos vidrieras modernas que dicen: 1. Caridad. 2. San Vicente de Paúl, apóstol de la Caridad, ruega por nosotros.
Salimos. Hay un centro juvenil, puesto bajo la advocación del santo (12, calle Bossuet). Rodeamos la Iglesia y por la rue de Belzunce llegamos al 6, rue de Rocroy. Es el colegio Saint Vincent de Paul. Delante está la típica estatua francesa de un san Vicente con un niño en brazos y otro asido de él.

Detrás de la Iglesia está la pequeña rue Saint Vincent de Paul. El nombre fue dado en 1847. Luego, vamos por el Boulevard Magenta. Seguimos por rue Dunkerque. Entramos en la Gare du Nord. Tomamos la línea 4, para volver a la Casa Madre. La última vez, llegamos para la hora de la cena. Después de lo que vimos, me gusta recordar que la comida es un acto de amor a los otros y con los otros.

Les dejo algunas preguntas para meditar y completar este paseo virtual. ¿Qué santos inspiran mi servicio a los más pobres? ¿Qué parte de mis bienes, propios y comunitarios, pongo al servicio de un cambio social? ¿Cuido estos lugares: donde vivo, donde trabajo y donde evangelizo? ¿Qué películas ayudaron mi crecimiento espiritual?

[1] Cf. RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004. 23-127.

[2] Vicente refiere cierto día a las Hijas de la Caridad: «Al pasar por el patio de San Lázaro para venir aquí, me han dicho que la justicia se había reunido para condenar a un hombre. Esto me impresionó sensiblemente.» ES IX, 226

[3] Otra anécdota. Cerca había una fuente púbica de agua. Las jóvenes hermanas debían traer el agua a diario en cubos. También allí se surtían muchos aguadores, que decían groserías acerca del cuerpo de las hermanas. ¡Gente fina si las hay! Por estas groserías estaba un día una hermana llorando, en la entrada principal de San Lázaro. San Vicente le llenó los cubos de agua, cruzó con ella la calle y les dejó los cubos en la casa. A partir de esa vez, dispuso que las hermanas entraran en San Lázaro para hacer su provisión de agua. El Sr. Vicente era un verdadero caballero.|

Cercanías de la Casa Madre Lazarista

Como París fue el centro de operaciones de San Vicente por 50 años, bien vale la pena conocerlo. En estas visitas vicentinas, también haremos alguna referencia al París cultural, en la medida que estén dentro de nuestra ruta.

En todos los paseos vicentinos en París, saldremos del mismo lado. Siempre partiremos de la Casa Madre Lazarista, que en esta sección será «nuestro ombligo del mundo». ¿Dónde queda? 95, rue de Sèvres. PARIS. Más datos, estamos en la margen izquierda del río Sena, en el 6º arrondissement de París. Esa palabra «rara» la podríamos traducir por «distrito». París está dividido en distritos o arrondissements.

Siempre he pensado que un paseo de estas características nos permite conocer mucho de la historia y de las biografías. Para quien ya hizo el paseo, es una buena forma de profundizar. En otros genere deseos de hacerlo. Creo que con estas indicaciones, los pueden hacer solos. O si desean con nosotros. Y para el que no tiene pensado venir, les propongo un relato divertido y profundo que les permitirá crecer en el conocimiento de lo Vicentino en sentido amplio.

Tres recomendaciones más:
1) Les invito a leer las notas a pie de página. Encontraran además de la bibliografía, datos curiosos.
2) Como es un paseo. En algunos lugares ponemos fotos. Cuando vean un número así 1 es la foto del lugar.
3) Como es un paseo meditativo, al final siempre les dejaré algunas preguntas.

Ahora sí, vayan a ponerse ropa cómoda y comenzamos el paseo!

Cercanías de la casa Madre de la Congregación de la Misión [2]

LA SEDE DE KERING [2] Salimos de Casa Madre. Caminamos unos pocos metros a la derecha. Llegamos al 40 Rue de Sèvres. Fue el Hospicio de los Incurables. Fundado en 1634 por el cardenal de La Rochefoucauld, gran amigo de san Vicente. Nuestro fundador alguno vez vino aquí a visitar a ciertos enfermos conocidos. A su muerte, el cardenal siguió cuidando el lugar, ya que donó buena parte de su fortuna a este Hospicio, que se mantuvo sólido.

En 1878, fue rebautizado como Hospital Laennec. Lleva el nombre del médico que descubrió el estetoscopio. Él fue doctor en dicho centro médico. Incluso, vivió un tiempo cerca de aquí. La capilla del hospital es de enorme belleza. Notable su espadaña. Con el tiempo, dicha capilla tuvo el triste fin de acoger al obispo François Ducaud-Bourget. Era un lefevrista que organizaba misas tridentinas en París a partir de 1971.

En 2010, este edificio fue reasignado y remodelado. Las obras se terminaron en 2014. La parte central del antiguo hospital se transformó en oficinas que albergan la sede de Kering. Como el hospital llegaba a lo que hoy es la calle Vaneau, del sector lindante a la calle, se construyeron elegantes departamentos que ustedes pueden apreciar tomando un helado.

El grupo Kering es un conjunto de empresas comerciales francesas creadas por el millonario empresario François Pinault. Este grupo comercializa ropa en más de 120 países. Trabaja especialmente ropa de lujo y deportiva.

PLAZA DE SAN SULPICIO.

Caminamos por Rue de Sèvres y tomamos a la derecha por Rue du Vieux Colombier. La calle nos lleva a la Plaza de San Sulpicio.

 

LO VICENTINO.

Olier fue amigo de san Vicente y ambos pertenecen a la Escuela de la Espiritualidad Francesa. Olier fundó la congregación de San Sulpicio (sulpicianos). Construyó un seminario. El edificio subsistió hasta la Revolución. Fue demolido entre 1802 y 1808. El antiguo seminario ocupaba la Plaza San Sulpicio.[3] Los sulpicianos volvieron, pasada la Revolución y construyeron otro seminario al costado. Pasando la hoy calle Place Saint-Sulpice. Lo habitaron en 1826. Permanecieron hasta 1906, cuando les forzó a dejarlo la legislación anticristiana. El edificio pasó a ser propiedad del Estado, y lo es aún hoy. Sus locales dan cobijo a algunas oficinas del Ministerio de Economía (Hotel des Finances). Alguna vez entré en el él para comprar sellos necesarios para pagar la renovación del visado anual.

Por dentro se conserva el bello patio del seminario. Saben? Aquí cursó sus estudios seminarísticos san Juan Bautista de la Salle (1651-1719), fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Él establecería, a petición de los sulpicianos, escuelas en esta parroquia.

La construcción de esta plaza fue de 1757 a 1838 (1). Hay en mitad de ella una gran fuente, imposible no verla, construida en 1844. Ostenta las efigies de cuatro célebres predicadores: los obispos Bossuet, Fenelón, Fléchier, Masillón. Están en nichos, en postura sedente, con los textos haciendo referencia a su capacidad de predicación. Sobre su cabeza el escudo de la respectiva diócesis. (Un poco de humor: llaman a esta fuente «de los cuatro puntos no cardinales»; porque ninguno de los cuatro llegó a ser cardenal).

IGLESIA DE SAN SULPICIO (2 Rue Palatine, 75006 Paris).

Cruzamos la plaza y estamos. Dedicada San Sulpicio, obispo de Bourges que murió mártir en el año 621. En el mismo lugar había otra Iglesia, construida en 1211. Quedan algunos vestigios en la cripta.

La Iglesia actual cuadruplica las dimensiones de la anterior. La construcción concluyó en 1736. San Sulpicio figura actualmente entre las iglesias parroquiales más grandes de París. (2)
La Iglesia es estilo Luis XVI, propia del siglo XVIII francés. La torre derecha es diversa y está sin terminar. La revolución lo convirtió en templo de la Victoria. Fue devuelta al culto cristiano católico en 1802. Actualmente esta parroquia continúa siendo pastoreada por los sulpicianos.

Entremos. No podemos dejar de ver: A la derecha, la capilla dedicada a los ángeles es magnífica. Tiene tres pinturas sobre los ángeles todas son de Delacroix. Para mí es gloriosa la pintura de la lucha del ángel con Jacob. Como la he visto muchas veces, cada vez que la contemplo, sonrío sin sorpresa. Pero sonrío de corazón. Caminemos haciendo el semicírculo de los laterales del templo. Notemos el bello púlpito regalo del Cardenal Richelieu (2a) Con sus imágenes de los 4 Evangelios y las tres virtudes teologales. Llegados a la altura del altar miremos para atrás: El órgano principal, de tubos, tiene fama mundial. Data de 1781.[4] Un complicado reloj astronómico ornamenta la izquierda del crucero (2b). Terminado en 1744. [5]

LO VICENTINO.

En la época de Vicente de Paúl, siglo XVII, la parroquia de San Sulpicio era muy extensa. Su población era numerosa y un poco distante de lo religioso. La parroquia de San Sulpicio fue ofrecida a Juan Santiago Olier por Julián de Fiesque, su predecesor en el cargo. Olier lo consultó con el Sr. Vicente, quien le aconsejó que la aceptara. Asumió el 25 de junio de 1642.

Vicente de Paúl conoció el antiguo templo. En esta Iglesia dijo misa y predicó varias veces. Un detalle, San Vicente vio nacer la nueva Iglesia, ya que en febrero de 1646 ponía la reina Ana de Austria (1601-1666) la primera piedra de la actual iglesia.
Aquí fueron establecidas las primeras Damas de le Caridad de París. Las Hijas de la Caridad llegaron a esta parroquia en 1641.

Luego de san Vicente. En esta iglesia se ordenó de diácono (en mayo de 1825) Juan Gabriel Perboyre. Federico Ozanam aquí fundó la primera Conferencia Vicentina. Reuniéndose varias veces en la cripta del templo. En este lugar, tuvieron lugar los funerales de Federico Ozanam, el 24 de diciembre de 1853.[6]

En el templo hay una capilla dedicada a san Vicente. Continuando por el lateral ya en el lado izquierdo, es fácil encontrar la estatua de Vicente de Paúl. Llegamos, podemos entrar. En la capilla hay dos grandes frescos de san Vicente ejecutados por Guillemont (1786-1831), en 1825. El de la izquierda representa a san Vicente hablando sobre los niños abandonados a las Damas de la Caridad del Hótel- Dieu, el de la derecha representa al santo asistiendo a Luis XIII en su lecho de muerte. El techo pinta a san Vicente entrando en el cielo, escoltado por ángeles. En los cuatro ángulos de la pintura, otras escenas de su vida: Vicente de Paúl rechaza el soborno de una persona que solicita el favor del rey; Vicente de Paúl entona salmos en su cautiverio; Vicente de Paúl distribuye alimentos a los pobres; y finalmente, Vicente de Paúl lleva alivio a los presos. Estas pinturas necesitan urgente restauración. Se ve poco; Una pena. Es más, si de algún dibujo dijera que es la cara de Gérard Depardieu, me creerían igual… Dentro de la capilla hay una estatua sedente del Sr. Vicente. Sentado ayudando a niños pobres (2c). Es obra de Emiliano Cabuchet (1819-1902), esculpida en 1857. Es una copia del original en bronce que se encuentra en la vicentina ciudad de Chatillon-les Dombes. Ahora Atravesamos

LA MANSIÓN Y EL JARDÍN DE LUXEMBURGO.

Vemos el edificio (3a). Fue la antigua mansión de María de Médici.[7] El palacio del Luxemburgo fue construido por el arquitecto Salomón de Brosse para María de Médici entre 1615 y 1627. Recordemos que tras el asesinato de su esposo, el rey Enrique IV, María de Médici, decidió alejarse de las intrigas de la corte que residía donde hoy se halla el Museo del Louvre. Además de seguridad, buscaba otro alojamiento más bello (el Louvre le parecía demasiado medieval). Encuentra en este barrio campestre, frecuentado por los italianos, lo que necesitaba. Deseaba vivir en una residencia de estilo italiano, que le recordara su tierra natal. Por tanto remodela a un edificio previo. Su fachada se inspiró en el Palacio Pitti, de Florencia.

La parte derecha del palacio fue destinada a la reina, y la izquierda al futuro Luis XIII. Desde 1622 había empezado a decorar la galería principal con obras del pintor Peter Paul Rubens. Las 13 telas que fueron encargadas a Rubens hoy se exhiben en el Museo del Louvre. En 1624, la reina se instala aquí aunque el palacio no está acabado. En 1627 vendió el Petit Luxemburgo al cardenal de Richelieu. Quien amaba comprar inmuebles y campos. La reina no vivió muchos años en su palacio; debido a los largos conflictos de poder que tuvo con su hijo. Y por causa de los diversos exilios que se ganó por ese motivo. El último exilio fue en 1631. No regresará a su casa nunca más. De hecho muere en 1642, en Colonia, Alemania. María de Médici dejó el palacio en herencia a su hijo favorito, Gastón de Orleans.[8] Hoy es sede del Senado de la Nación. El palacio anexo, Petit Luxembourg se construyó en la misma época y es, desde 1825, la residencia de los presidentes del Senado francés.

El palacio está situado en medio del bello jardín del Luxemburgo, un parque de 22 ha que está abierto al público (4a). Como en París suele llover con frecuencia, dicho parque es testigo de un paraguas viejo que dejó de funcionar allí, y solemnemente dejé en un basurero del lugar.

PANTEÓN NACIONAL.

Desde al parque se ve la imponente cúpula del Panteón Nacional. Nos acercamos. Luis XV manda edificar una enorme Iglesia como ofrenda votiva por el restablecimiento de su salud. El rey comenzó la construcción en 1755. Se concluyó a comienzo de la Revolución. La Asamblea Nacional decidió convertirlo en mausoleo para personalidades de Francia, notables por su talento, virtudes y servicios a la nación. En la cripta hallamos las tumbas de Francisco María Arouet (Voltaire), Juan Jacobo Rousseau, Víctor Hugo, Emilio Zola, Jean Jaurès, Pierre y María Curie, Andrés Malraux, etc. La cúpula domina el horizonte urbano (5 y 5a). Pinturas de héroes franceses decoran el interior, así como la vida de santa Genoveva, patrona de París (420- 496).

Al costado derecho esta allí la Facultad de Derecho de la Sorbona, así como la Biblioteca de la Universidad (6).

 

LA ABADÍA DE SANTA GENOVEVA.

Era muy antigua, vinculada al rey Clodoveo, y a la misma Santa Genoveva. Tuvo un momento de gran esplendor religioso y cultural. Destruida por la Revolución, de la abadía original sólo se conserva su torre, llamada Torre de Clodoveo.

¿Y LO VICENTINO? San Vicente ponía a santa Genoveva por modelo de caridad a las hermanas. Fue una buena campesina como ellas.[9] San Vicente llegó a conocer la abadía. Que no estaba en su mejor momento. Incluso debió ser reformada por el buen cardenal La Rochefoucauld. Dicho sea de paso, los canónigos regulares de la abadía de Santa Genoveva no eran partidarios de que san Vicente creara una nueva congregación. Estos muchachos!

Por la zona, Luisa de Marillac tuvo por aquí su casa. Fallecido su esposo, posiblemente trasladó la vivienda a la calle San Víctor entre los años 1626-1631.

IGLESIA DE SAN ETIENNE DU MONT.

Al costado del Panteón encontramos esta Iglesia en Place Sainte-Geneviève, 75005 Paris.Fue construida para los laicos cercanos a la abadía. Comenzada en 1492, no se consagró hasta 1626, por el arzobispo Juan Francisco de Gondi. Pasaron 130 años… Esta lenta construcción le dio un talante bellamente ecléctico. Entre sus estilos hallamos el gótico flamígero, elementos renacentistas, neo románico, etc. (7). La fachada es muy bella y original. Destaca su torre y su espadaña. Dentro: En la iglesia yacen enterrados importantes personajes: el cardenal Francisco de la Rochefoucauld (1558-1645), asistido en el último trance por Vicente de Paúl en la propia abadía; Blas Pascal (1623-1662) científico y filósofo jansenista, el dramaturgo Juan Racine (1639-1699). Objetos de interés: 1. El ambón artístico. Es lo primero que se ve al entrar. Desde allí se recitaban las lecturas 2. Bellas vidrieras historiadas. Están entre los ventanales más hermosos de París. 3. El relicario de santa Genoveva, no está su cuerpo, quemado por los profanadores revolucionarios. 4. El bello órgano del año 1630.

LO VICENTINO.

Francisco de Sales rezó varias veces aquí, en su época universitaria de París. Vicente de Paúl rezó algunas veces aquí. Hay un retrato de san Vicente, atribuido a Simón Frangois, y tomado en vida del santo, a sus 68 años. Hay también un cofre que contiene reliquias de Santa Genoveva y de San Vicente. Pero poca gente lo sabe…

Aquí estuvo la tercera Cofradía de la Caridad en París (finales de 1636). Las Hijas de la Caridad sirvieron aquí desde 1640. Margarita Naseau, la «primera» Hija de la Caridad, atendía en esta parroquia de San Esteban del Monte. En 1652, Luisa de Marillac asistió allí a misa durante la guerra civil que llamamos La Fronda.

Luego de san Vicente. Esta iglesia fue testigo de las primeras actividades de Federico Ozanam y sus compañeros, al servicio de los más pobres, alentados por el P. Faudet. En esta iglesia se fundó una de las primeras Conferencias de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Muchas veces aquí participaron de la misa. En una capilla lateral, hay un medallón con su retrato y una placa grabada que conmemora las primeras actividades de la Sociedad de San Vicente de Paúl en esta parroquia.

BONS ENFANTS. Salimos de la Iglesia por la puerta del costado y tomamos a la izquierda la 3 rue Clovis son visibles restos del muro de Felipe Augusto (siglo XII).Este muro delimitaba la propiedad de Bons Enfants en tiempo de san Vicente. Fue la Primer Casa de la Congregación de la Misión en París desde 1625 hasta 1632. Lugar emocionante, que recuerda la vocación misionera de la Familia Vicentina. Ahora ustedes pueden elegir dos finales posibles. Qué camino tomarán?

FINAL A CENTRO CULTURAL IRLANDÉS. Siguiendo por Rue Clotilde, (detrás del Panteón) que se transforma en la rue des Irlandais, llegaremos al número 5. Llegamos. Esta zona de París fue el barrio de los irlandeses. Primero llegaron huyendo de las matanzas protestantes. Más tarde, venían a estudiar a París.

Fue momentáneamente Hospital militar durante los crueles combates de la guerra Franco Prusiana de 1870-1871. Recibió alumnos y especialmente seminaristas polacos durante la Segunda guerra mundial, debido al afecto recíproco entre Irlanda y Polonia. Juan Pablo II vino a este colegio como presbítero, como obispo y como cardenal a visitar a los seminaristas. No como papa. Actualmente es un centro cultural irlandés. Es además, residencia de jóvenes irlandeses que vienen un tiempo a París a hacer intercambio estudiantil.

San Vicente está entre los bienhechores del clero irlandés, principalmente durante las persecuciones protestantes. Casi genocidas. En ese contexto, varios irlandeses entraron en la Congregación de la Misión. Vicente de Paúl mandó a algunos valientes a volver y misionar en la patria y otras islas británicas. También, Sacerdotes de la Misión llegaron en 1858 para dirigir el Colegio Irlandés, donde continuarían más de un siglo. La capilla ostenta una imagen de san Vicente. Hoy prácticamente nadie sabe que los vicentinos estuvimos allí.

FINAL B.SAN NICOLÁS DE CHARDONNET.

Desde Bons Enfants nos dirigimos al este por Rue Clovis hacia Rue du Cardinal Lemoine. Giramos a la izquierda hacia Rue du Cardinal Lemoine. Caminamos por ella 110 m. Giramos a la izquierda hacia Rue Monge. Giramos a la derecha hacia Rue Saint-Victor. Llegamos a 23 rue des Bernardins, 75005 París.

Construida en el siglo XIII, La Iglesia toma el nombre de cierto espacio poblado de cardos (chardonnet), signo de salud. La iglesia fue reconstruido en los siglos XVII y XVIII. Su campanario es de 1625. La fachada es mucho más moderna, de 1934. Lamentablemente, esta Iglesia está en manos del clero ultraconservador lefevristas desde 1977. La ocupación fue ilegal pero se la arreglaron y se siguen arreglando para mantenerse allí. Este grupo tristemente célebre, es la única parroquia que tienen en París.

 

LO VICENTINO.

Aquí predicó varias veces Francisco de Sales. Esta fue la parroquia de san Vicente desde 1625 hasta 1632, y la de santa Luisa desde 1626 hasta 1636. En esta parroquia visitó Luisa de Marillac por primera vez una Cofradía de la Caridad, la segunda de estas cofradías establecida en la ciudad. Recordemos que Santa Luisa tuvo una segunda casa en la calle de Versátiles entre 1632 a 1636. Es interesante saber que en la parroquia de San Nicolás de Chardonnet, ella reunió a las primeras cuatro o cinco muchachas campesinas, el 29 de noviembre de 1633, con las que fundó a las Hijas de la Caridad. Las charlas formativas que el Sr. Vicente daba a las primeras Hijas de la Caridad fueron en uno de los salones parroquiales.

Aquí varias veces Vicente de Paúl celebró misa y dio la comunión a Luisa de Marillac, así como a las primeras Hijas de la Caridad. Aquí trabajó Margarita Naseau, como lo harían otras Hijas de la Caridad. Las Damas de la Caridad de esta parroquia atendían a los galeotes, presos en la cercana prisión de La Tournelle.

Vicente de Paúl valoraba al párroco, Adriano Bourdoise (1584-1665), quien era su amigo. Este buen presbítero fundó una comunidad, la de los Nicolaítas. Desde 1631, dirigían el seminario de San Nicolás de Chardonnet. Bourdoise está enterrado bajo el coro. La capilla lateral dedicada a san Vicente. Conmemora su obra una placa. La capilla ostenta también una estatua de san Vicente, obra de Stouf, réplica de otra en la iglesia de Santo Tomás de Aquino, París.

Donde se alza el Palacio de la Mutualidad, estaba el seminario de Bourdoise. Lo frecuentó algún tiempo Miguel-Antonio Le Gras, hijo de Luisa. El seminario de San Nicolás de Chardonnet continuó hasta la Revolución. Dio a la Iglesia universal numerosos sacerdotes. Algunos fueron víctima de las matanzas revolucionarias de septiembre de 1792. El seminario volvió a abrirse en 1815. Carlos León Souvay (1870-1939), que fue General de la Congregación de la Misión, destaca como alumno de este seminario. Fue suprimido en 1906. Se demolió en 1911 para ser el Palacio de la Mutualidad.

En el Boulevard Saint German tomar el metro Cluny – La Sorbonne línea 10 y bajar en Vaneau. Salimos enfrente a la Casa Madre y en ella nos tomamos una sopa.

Preguntas 1. ¿Qué aprendiste de la Vida de Vicente de Paúl y de otros vicentinos? 2. ¿Cómo podríamos hacer para que desde las parroquias se ayude mejor al pobre? 3. De los templos que hemos hablado: ¿Cuál te llamó más la atención? ¿Por qué?

[1] Cf. SPIEWAK, Julien. El París de San Vicente de Paúl y del Beato Federico Ozanam. Sociedad de San Vicente de Paúl en España. Madrid. Guide Religieux de la France; Guía Azul de Editorial ALCE. Madrid, Guías ANAYA; RYBOLT, John E. Tras las huellas de Vicente de Paúl. Guía vicenciana de Francia. Salamanca. CEME. 2004. 23-127.

[2] Cf. COLLECTIF, De l’hospital des Incurables à l’hôpital Laennec. 1634-2000. Une histoire de la médecine à la veille du troisième millénaire. París. Éditions Hervas, 2000

[3] . Queda de él apenas una columnata, (la del Paseo del Seminario) y un cartel que lo recuerda, situada en la calle Bonaparte casi llegando a la calle Vaugirard.

[4] En una capilla lateral hay un órgano menor, construido para el padre de Luis XVI. La reina María Antonieta (1755-1793) lo tocaba en el palacio Trianon, de Versalles.

[5] A mediodía los rayos solares inciden, en ángulo diferente, sobre una línea de bronce incrustada en el suelo, según transcurre el año. Al extremo norte hay un curioso obelisco (gnomon) de mármol blanco. Desde una abertura en la ventana en lo alto en la parte derecha del crucero, cae la luz sobre él. Cuando esto pasa, señala el equinoccio de primavera: el día tiene la misma cantidad de horas de sol que de oscuridad. Y comienza lentamente a haber cada vez más luz, simbolizando el triunfo de la vida. Tiene un cierto sentido esotérico y espiritual, en cuanto enseña a equilibrarnos así como se igualan la luz y la sombra. Se hizo famoso por la novela de Dan Brow El Código Da Vinci. Autor conocido por enriquecerse hablando mal de los cristianos católicos

[6] Salimos a la izquierda del templo. Tomamos la rue Saint-Sulpice. La idea de fundar las Conferencias Vicentinas la tienen el grupo de los 8 fundadores en un edificio contiguo. Su gran guía fue Baylie. Un letrero en el muro nos lo recuerda. Tomamos a la derecha en la primer calle caminando por detrás de la Iglesia. En el número 8 de rue Garancière Federico Ozanam vivió unos años.

[7] María de Médici (Florencia 1575 – Colonia 1642) fue reina consorte de Francia, segunda esposa del rey Enrique IV. Cuando asesinan a su esposo en 1610, fue Reina Regente de Francia hasta 1617. Cuando su hijo, Luis XIII prácticamente tiene que hacerle un golpe de estado para poder gobernar. Sin duda que esta fue una madre atípica, más madre del poder que de su hijo. Y desde que se desesperó por el poder molestó a su hijo hasta que fue una anciana agobiada.

[8] El Palacio de Luxemburgo sufrió numerosas ampliaciones y recortes a lo largo de su historia. Durante la Revolución Francesa el palacio se convirtió en prisión. Fue recortado con posterioridad por las obras de urbanización periféricas del barón Haussmann. Durante la Segunda Guerra Mundial hizo las veces de cuartel del ejército alemán.

[9] Cf. SVP, IX, 91-103. 25 de enero de 1643.